Isla Punta Coco enfrenta a Defensora y Presidente

La petición de la Defensora del Pueblo, Lilia Herrera, de clausurar la cárcel de Punta Coco, ubicada en la Isla del Rey, en el archipiélago de Las Perlas, ha abierto una fuerte disputa entre la funcionaria nombrada en la administración pasada y el presidente de la república, Juan Carlos Varela. Tras la solicitud realizada por Herrera, al considerar que el penal de Punta Coco viola los derechos humanos de los que allí están recluidos, el mandatario contestó de forma molesta a la servidora pública, quien semanas atrás viajó hasta las instalaciones de aquella prisión. Las declaraciones del mandatario fueron captadas por los medios en un acto público celebrado el lunes, en una escuela de San Miguelito. "A mí me gustaría que la señora defensora se tomara el tiempo, así como se lo tomó para ir a Punta Coco, para ver una instalación digna, con excelentes facilidades y de primer mundo; lo hiciera para averiguar qué paso el día sábado en un sector de la capital. Cuando averigüe eso, va a entender un poco más las decisiones que toma este gobierno". Varela hacía referencia al doble homicidio perpetrado el sábado 1 de agosto en el que dos mujeres aparecieron muertas dentro de un vehículo de transporte selectivo (taxi), en el área de Tocumen, al este de la capital. Según los reportes policiales, el doble asesinato fue ordenado desde una de las cárceles del país. Por ello, Varela arremetió contra Herrera ya que Punta Coco fue habilitada para enviar a los cabecillas de las organizaciones criminales más peligrosas, con el fin de aislarlos para evitar que sigan controlando desde La Joya o La Joyita. En Punta Coco hay solo seis reclusos, considerados de alto perfil y presos por casos de homicidios, secuestros y tráfico de drogas. No obstante, los familiares de estas personas, han realizado varias protestas porque desde abril pasado, ya no pueden visitar a sus parientes. Y ese el punto al que hace énfasis Herrera. Por último, según las cifras estatales, el 70% de los crímenes que se cometen en Panamá, están vinculados a actividades pandilleriles y tráfico de drogas. Además, la percepción ciudadana sobre los niveles de delincuencia sigue siendo negativa apesar de que el Gobierno señala que los crímenes han disminuido en comparación con años anteriores.