La odisea de Rodrigo Merón
"Viejo, coopera que vamos a soltarte". Eso narró Rodrigo Merón, exdirector técnico de equipos de Coclé, Panamá Oeste y Panamá Metro, sobre la odisea que vivió el pasado viernes, cuando fue privado de su libertad por tres hombres que lo sorprendieron dentro de su residencia ubicada en Praderas de San Antonio, en la Calle del Cedro.
"Fue un momento muy difícil el que viví… lo más largo de mi vida porque no pude ver nada", señaló Merón en Telemetro al relatar que a eso de las 10:00 p.m., al llegar a su casa "un caballero", como lo denominó, con una capucha puesta y con arma en mano, lo golpeó en la cabeza, en el estacionamiento. "Cuando me taparon la boca, no podía respirar y les dije: No puedo respirar, amigo. A lo que ellos me respondieron: Cálmate, que te vamos a soltar, o quieres que te matemos aquí en el carro". A Merón lo metieron en el carro, le taparon la boca y le pusieron "tape" y zunchos en las manos.
"Dos de ellos estaban conmigo atrás, mientras el otro manejaba el vehículo", contó Merón, quien añadió: "Uno me intimidaba y el otro trataba de reconfortarme un poco. El tipo con la pistola me golpeó (…) me la tenía en la cabeza", narró Merón, quien agregó que los delincuentes hablaron entre ellos de llevarlo a una multi de El Chorrillo o al "corredor de los pobres". Merón aseguró que los sujetos no tenían acento extranjero, no los reconoció, "ni quiero reconocerlos", dijo.
El técnico contó que fueron entre 35 y 40 minutos los más aterradores de su vida, en la que sus secuestradores le preguntaban insistentemente por su tarjeta de crédito Clave y, al comprobar que no tenía, le preguntaron por una pistola de su propiedad, a lo que Merón respondió: "Aquí en mi carro no tengo pistola ni permiso en este carro, lo que pueden encontrar son manillas, bates y pelotas".
El entrenador fue dejado por sus captores en el área de Concepción, en Juan Díaz. "Permitieron que yo me bajara y me corrieron para que yo cayera en una zanja". Merón relató que los malhechores le robaron el reloj, teléfono celular, dos pulseras y un collar de oro.
El entrenador reveló que horas después apareció el carro con todos sus documentos y la tarjeta de crédito Visa, la cual él había bloqueado, luego de que lo soltaron. "Solo se llevaron de seis a ocho dólares", dijo.
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