Sucesos - 17/6/14 - 01:37 AM

A oficial lo habían amenazado

Dos meses antes de que fuese asesinado de un tiro que atravesó su anatomía, el teniente de la Policía Nacional Juan Reyes Bonilla, de 48 años,

William Sala Crítica


Lesiones y muertos



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Al menos cuatro policías han fallecido en lo que va del año, y otros dos han sido baleados, solo en San Joaquín.

Dos meses antes de que fuese asesinado de un tiro que atravesó su anatomía, el teniente de la Policía Nacional Juan Reyes Bonilla, de 48 años, había sido amenazado de muerte, informó un familiar.

El oficial Reyes llegó una noche a su casa, preocupado, y confesó que lo querían matar. El hombre, para no perturbar la tranquilidad de su hogar, pidió a su mujer que restara importancia a la advertencia, y se acostó a dormir.

Ese episodio de la vida del teniente que en su momento fue cerrado, podría ser la clave para obtener el móvil de su asesinato, reveló una fuente de la Unidad de Homicidios de la Fiscalía Auxiliar de la República.

Al menos, dijo el informante, hay tres personas detenidas por el crimen de Reyes, pero el que disparó todavía se encuentra prófugo de la justicia.

Según la fuente, existen otros elementos que son analizados por los peritos, referente al homicidio. Aunque no profundizó, contó que la víctima llevaba una agenda consigo en la que elaboró un informe en contra de uno de sus superiores por actuar, supuestamente, fuera de la ley.

Todos esos cabos sueltos tienen en duda a los familiares sobre el homicidio de Reyes, quien tenía puesto un chaleco antibalas, dijo la madre del oficial.

Por ahora, además de las evidencias que aporten los testimonios de los detenidos, están los que la víctima dio a conocer a sus parientes.

Reyes tenía 24 años de servicio, y el domingo, dejó su puesto en la Subestación de Policía Nacional de San Joaquín, en Pedregal, para dirigirse al área del Bronx a comprar una sopa, y fue baleado de muerte.

Día del Padre,

Él falleció a las 7:00 a.m., en el Hospital Nacional, tras un paro cardiaco.

Médicos explicaron a los deudos que el proyectil que le quitó la vida entró por el costado derecho, perforó dos arterias y salió por el lado izquierdo.

La víctima dejó seis hijos: cuatro niñas y dos varones. Nació en Veraguas, y desde los dos años vivía en Panamá. Ingresó a la extinta Fuerzas de Defensa, en septiembre del año 1988.


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