Piden justicia para contratista

Un electricista que no se metía con nadie, honrado y trabajador, fue asesinado por delincuentes, mientras dormía en el cuarto de su residencia ubicada en Paso Blanco,

William Sala / Crítica

Un electricista que no se metía con nadie, honrado y trabajador, fue asesinado por delincuentes, mientras dormía en el cuarto de su residencia ubicada en Paso Blanco, corregimiento de Pacora.

Ernesto Antonio Medina Meléndez, de 38 años, la víctima, quien era apodada Néstor por sus seres queridos, no tuvo tiempo ni de darse cuenta del robo en su casa, aseguró la familia.

Medina Meléndez recibió varios tiros en su anatomía que le dieron dos delincuentes que le robaron un collar de oro y su cartera la noche del domingo.

Los ladrones ingresaron a la casa aprovechando un descuido de la cónyuge de Néstor, quien salió de la casa a cepillarse los dientes y dejó la puerta abierta.

Ambos criminales que llegaron por detrás de la vivienda amedrentaron a la mujer, la amordazaron, la ataron de manos y pies y se fueron directo al cuarto de la víctima, a quien sin dudar mataron.

El hijo mayor de Ernesto, de 18 años, se encontraba encerrado en su cuarto durmiendo, él no se percató de lo que pasó.

Los informes del Departamento de Homicidios de la Dirección de Investigación Judicial, indican que a la vivienda ingresaron solo dos delincuentes, pero existen testigos que vieron afuera de la casa dos automóviles y a más de cuatro personas.

Por ahora, las autoridades buscan averiguar las matrículas de los carros 4x4 que vieron dos informantes. Uno era de color gris y el otro verde. Los homicidas subieron uno en cada auto y luego huyeron.

Antecedentes

Hacía un año que la víctima había sido atacada por delincuentes, en esa ocasión los agresores llegaron con cuchillos en mano y sostuvieron una pelea con Ernesto. Él salió cortado, pero evitó ser víctima de robo.

Esther María, hermana mayor de la víctima, explicó que esa situación lo afectó mucho al punto que tomó la decisión de comprar una pistola 9 milímetros, sin embargo, en el momento en que se dio el homicidio el arma estaba guardada en el vehículo de la víctima.

José Isabel Pinzón, un amigo de Ernesto, dijo que él no tenía problemas con nadie.



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