Sicarios se echan a amigos

Muertos



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En los primeros 23 días de noviembre se han registrado ocho homicidios, tres en las últimas 48 horas, según cifras de la Policía Nacional.

Dos exempleados de la empresa Panamá Ports fueron asesinados la noche del viernes, en Concepción La Nueva, corregimiento de Juan Díaz.

Una de las víctimas acaba de bajarse del taxi que conducía para saludar a su amigo, cuando los sicarios atacaron.

Jorge Ameth Beyli, de 31 años, quien presentaba 23 tiros, compartía en familia afuera de su casa, cuando llegó su amigo Rodrigo Axel Muñoz, de 35 años, en un taxi.

Ambos se disponían a conversar cuando un sicario en un auto sedán, de color blanco, se bajó y Beyli previendo el peligro ordenó a su hijo mayor de 11 años y al resto de sus familiares que ingresaran a la casa.

Acto seguido, el delincuente, sin mediar palabra, disparó contra la víctima varias veces y se retira. Luego Beyli cae al piso y empieza a gatear, en ese momento sale otro criminal que se baja desde otro carro también sedán, y remata a plomo a la víctima.

Es en el segundo incidente violento en que Rodrigo Axel Muñoz resultó con una herida de arma de fuego en el abdomen.

Muñoz y Beyli son llevados por separado al cuarto de urgencias de la Policlínica JJ Vallarino, ubicada en el corregimiento de Juan Díaz, donde minutos más tarde el médico de turno dictaminó las muertes.

La familia de Beyli explicó que él no era un hombre de pandilla y que no se trató de un hecho de ajuste de cuenta, sino de una equivocación.

También informaron que guardan la esperanza de que se haga justicia. Que las muertes no queden impunes y que den con el paradero los responsables de los homicidios.

Además, explicaron que el Estado debe brindar mayor seguridad a la población, situación que en la actualidad no se da.

La víctima tenía un matrimonio de más de 15 años con Elena, madre de sus dos hijos, ambos menores de edad.

Funcionarios de la Dirección de Investigación Judicial informaron que ninguna de las víctimas tenía antecedentes penales.

Muñoz también dejó dos hijos menores de edad en orfandad y al igual que Beyli eran padres excelentes que luchaban por sacar a sus familias adelante de forma honrada.

Penurias

Al momento en que Beyli se debatía entre la vida y la muerte en el hospital, su hijo pedía a sus vecinos y familiares que se unieran en una oración a Dios para que el Todopoderoso permitiera que siguiera con vida.

Y mientras la familia de Beyli sabía que este había muerte, la cónyuge de Muñoz dormía pensando que seguía trabajando. Ella se enteró al día siguiente.

“Gato” era el apodo de Rodrigo Muñoz y había dicho a su mujer que se iba a quedar taxeando hasta tarde. Sin embargo, una parada en Concepción acabó con su vida.

“Gato” se ganó ese apodo porque daba de comer a unos gatitos en Panamá Ports.

La señora Tello, pariente de Beyli, explicó que a este desde niño le llamaban de cariño “Lindo”, por su carisma, pues era una persona que no tenía problemas con nadie y que si podía ayudarte, lo hacía.

Los deudos se aferran a una cámara de seguridad de la Policía Nacional que se encuentra en un poste del tendido eléctrico, en que haya grabado las matrícula de los dos vehículos en que viajaban los homicidas.

Actualmente, Beyli era trabajador en una empresa de construcción, mientras que Muñoz manejaba taxi.