Sucesos - 12/6/14 - 02:42 AM

Tragedia en Juan Díaz

El temor a los delincuentes, que en dos ocasiones le robaron arriba del puente peatonal, tal vez hizo que una trabajadora doméstica tomara la decisión de

William Sala Crítica


Luto



190



Al menos 190 personas han fallecido en accidentes de tránsito en lo que va del año. El 65% de las muertes se dio por atropello, según cifras de la Dirección de Operaciones del Tránsito.

El temor a los delincuentes, que en dos ocasiones le robaron arriba del puente peatonal, tal vez hizo que una trabajadora doméstica tomara la decisión de cruzar la Avenida José Agustín Arango, donde perdió la vida la mañana de ayer, miércoles, reflexionó un amigo cercano de la mujer.

María Reyes, de 56 años, la víctima, murió al instante después de ser embestida por un auto sedán de color rojo, frente a la comunidad San Pedro, en Juan Díaz.

Un pariente de Reyes explicó que ella tenía miedo de utilizar el puente porque había sido atacada por hombres armados que atentaron contra su vida y, por ende, prefería “jugarse” con los carros.

El hecho se registró pasadas las 5:00 a.m., y minutos antes de cruzar los cuatro carriles de la avenida. Tres de los carriles son habilitados con dirección a la ciudad capital y no en sentido a Pedregal. En ese último fue donde la atropellaron.

Eduardo, un testigo de los hechos, contó que le gritó a la mujer que cruzara el puente y luego solo escuchó el ruido del frenazo que dio el conductor que la embistió.

Todos los días María salía de su casa en Felipillo, del corregimiento 24 de Diciembre, a las 4:00 a.m., para llegar temprano al trabajo. Ella laboraba en una residencia en San Fernando, en Juan Díaz.

La nuera contó que María cuidaba unos niños y hacía otros quehaceres.

Vecinos de la víctima detallaron que era una mujer trabajadora que llevaba el sustento a su hogar. Dejó seis hijos: tres varones y tres mujeres. El menor de 11 años de edad, no para de llorar.

Las versiones de parientes, vecinos y allegados coinciden en que era una trabajadora incansable.

Era llamada María “La Chiquita” por sus amistades, quienes señalaron que solo conoció a siete nietos y que le faltó los dos que están por nacer.

Nació en Cañazas de Veraguas, y llegó a Panamá a los 12 años, dijo Franklin González, un amigo de María.


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