- 08/7/13 - 12:47 PM
Una ruta que une culturas
En el trópico humedo, donde aún hay selvas primarias, estos jovencitos aprendieron o afianzaron sus conocimientos acerca de la fauna y flora, etnias de Panamá, historia, geografía, trabajo en equipo, esperar turnos, administración del tiempo y de otros recursos, respeto por la autoridad, costrumbres y tradiciones de 58 países.
Rosalina Orocú
Mojica
[email protected]
Los jóvenes
panameños Carmen Espinoza y María Fernanda Fernández (Coclé), María Alejandra
Moreno, Víctor García y Diego Castrellón (Veraguas), Javier Rodríguez (Herrera),
Rodelis Denis Roy (Guna Yala), Eduar Mejía (Wounaan) y Litzander Conde (Emberá)
forman parte de los más de 8 mil jóvenes que en 28 ediciones de la Ruta Quetzal
BBVA han tenido la oportunidad de estrechar los lazos interculturales, crecer
como personas, compartir vivencias, hacer recorridos históricos, descubrir
similitudes de la especie al margen de las diferencias y fronteras tangibles e
intangibles, visibles e invisibles.
Este año fueron
225 los ruteros, de 58 países quienes escribieron en Panamá una nueva página en
la historia de América y Europa. Hoy llegaron a España a
continuar la aventura. Después será el turno de Bélgica para acrecentar su
equipaje cultural.
Es la tercera
vez que nuestro país es parte de La Ruta Quetzal BBVA. Esta ocasión con motivo
de conmemorarse este año el V Centenario del Descubrimiento del Mar del Sur. Por
ello los 225 jóvenes hicieron un recorrido de 7 días por la selva darienita,
emulando parte del recorrido que hiciera hace 500 años el español Vasco Nuñez de
Balboa.
Tuvieron que
utilizar cinco medios de transporte distintos para movilizarse -con sus
mochilas, donde llevaban lo elemental para sobrevivir esta difícil jornada-
desde Playón hasta Quebrada Eusebio, dijo el subdirector de la Ruta Quetzal, el
español Andrés Ciudad Ruiz, quien se reunió con periodistas de distintos medios
de Panamá, en el Hotel Meliá Panamá Canal.
Allí, en Colón,
también tuvimos el privilegio de dialogar con otros mecenas, como el Sr. Damián
Barceló, presidente del Hotel Meliá Panamá Canal, quien dijo que se tiende a
valorar más lo foráneo e instó a querer y apreciar el idioma, raíces y
ancestros, entre ellos a Cervantes, el cual, según dijo "es tan nuestro como
vuestro" y que "La madre de Panamá no es Panamá, es Colón" provincia a la cual
considera que se le debería tener más consideración y darle más
importancia.
También dijo
que: "...queráis o no queráis, estáis llenos de genes españoles", para referirse
al hecho de que todo nos lleva al mismo punto de partida, más es lo que nos une
que lo que nos separa.
Sabias palabras
fueron también las de los propios ruteros. Dialogamos con ellos mientras
almorzaban, en mesas de cuatro o cinco comensales.
Los muchachos,
no importa de qué nacionalidad fueran coincidían en varios puntos: las vivencias
los hicieron valorar lo que tienen, los ayudaron a madurar, les hicieron ganar
amigos y ser más amplios de mente.
Además, desde
La Ruta Quetzal BBVA 2013 tratarán de evitar hacer juicios apriori. Procurarán,
por el contrario, informarse primero acerca de por qué una persona actúa como
actúa. Hay tanto que aprender, es otra de las lecciones. Y ellos, están abiertos
a cualquier descubrimiento, como comprender que son afortunados en cierta
medida, porque tienen un techo, una cama, el abrigo y calor de una familia,
amigos, alimentos, la oportunidad de ir a la escuela y algo que pareciera
abundar, pero cuando no se tiene a mano se valora más: el agua.
Es que estar en
la selva no fue fácil para ellos, aunque tuvieran guías. Como dijo uno y otro
grupo de los comensales de la mesa que compartían asintió: "No es lo mismo tener
que racionar el agua que sólo abrir el grifo y dejarla salir".
Nuevas
experiencias, nuevos lazos amicales, emociones encontradas al estar lejos de
casa y saber que para resguardarse de cualquier posible peligro en la selva
había cosas claves: aferrarse a su espiritualidad, mantenerse unidos y respetar
las reglas.
En el trópico
humedo, donde aún hay selvas primarias, estos jovencitos aprendieron o
afianzaron sus conocimientos acerca de la fauna y flora, etnias de Panamá,
historia, geografía, trabajo en equipo, esperar turnos, administración del
tiempo y de otros recursos, respeto por la autoridad, costrumbres y tradiciones
de 58 países.
Tuvieron
también la oportunidad de transitar por el Canal y conocer su historia y cómo
este megaproyecto producto de la mente de visionarios y del sudor y trabajo de
franceses, estadounidenses, antillanos...fue también una experiencia
intercultural, que abrió las puertas al comercio mundial y cambió la historia
regional y universal, al igual que lo habían hecho centurias antes el
Descubrimiento de América por Cristóbal Colón y el del Mar del Sur por Vasco
Núñez de Balboa, que colocaron al nuevo continente y al nuevo océano en el mapa
mundial.
Para siempre
han quedado marcados con las vivencias que sólo ellos atesoran, porque, ¿qué
pasaría por la mente de cada uno de los ruteros cuando estaban en la selva cada
una de las noches que pasaron en las tiendas de campaña tan cercanos a la madre
tierra, sostenidos por la mano de Dios?
Pudieron,
quizás, darse cuenta de lo frágil que es el Homo sapiens, de lo fragmentado que
tenemos el mundo por esas fronteras y barreras de toda índole que separan a
hermanos de especie, llámesele prejuicios, estereotipos,
estigmas...
Libres, para
reflexionar a sus anchas, codependientes, enchidos de entusiasmo, ansiosos,
llenos de expectativas, así llegaron a Panamá el 19 de junio y hombres y mujeres
nuevos, mejores, más maduros, parten para España mañana y pasado. Allá conocerán
a los reyes. Después en la agenda continuarán hacia Bélgica. Nuevos
aprendizajes, nuevos retos, nuevas experiencias les esperan.
Sus hijos y
nietos podrán beneficiarse del hecho de que una vez, en 2013, estos 225 jóvenes
hayan podido ser parte de una iniciativa que desde 1992 ha cambiado vidas,
abierto mentes y horizontes, construido puentes interculturales, atando con
lazos invisibles a tantas almas que pueblan la aldea global y que estaban,
quizás, predestinadas a conocerse y hablar el mismo idioma, el de la paz y la
solidaridad.
Es que, a
final de cuentas, en la aldea global, a pesar de todo, la esperanza aún viste su
verde ropaje y, no importa que todo conspire contra la hermandad, si tu estás
dispuesto, si tú le das la oportunidad de entrar en tu vida a otros, como nos
dijo Florencia Pesce, de Argentina, sucederá como en La Ruta Quetzal BBVA, algo
"...impresionante. Es algo que llena, ver cómo hay gente de todo el mundo con
miles de cosas diferentes a veces y al mismo tiempo iguales".
Es que, una vez
más, 159 años después, se confirma que tenía razón el jefe indio Noah Sealth en
la carta que envió en 1854 al presidente de Estados Unidos, Franklin Pierce:
"Después de todo, quizas seamos hermanos."
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información
En España,
informó el BBVA, los ruteros "serán recibidos por los monarcas españoles en el
Palacio Real de El Pardo en Madrid. También tendrán la oportunidad de viajar a
Bélgica, para visitar algunos de los lugares más destacados de la corte de
Carlos V."
Exposición de
la marca Panamá gracias a Ruta Quetzal
Panamá también
se beneficia en el ámbito económico al ser parte de La Ruta Quetzal, ya que
según informó Andrés Ciudad Ruiz, se filmarán 13 capítulos de media hora sobre
lo que fue la versión de este año.
Hay decenas de
periodistas de varios continentes que participaron en la ruta o interactuaron
con los ruteros en los distintos escenarios en Panamá donde estuvieron: Darién,
el Canal de Panamá, Taboga, Hotel Meliá Panamá en Colón, centros comerciales, el
Parque Porras...
Algunas grandes
cadenas de televisión de España y otras naciones de donde hay ruteros también
presentarán facetas de la travesía y testimonios.
Asimismo,
Salomón Shamah, ministro de turismo de Panamá, considera que la Ruta Quetzal
BBVA 2013 es como una ventana para la exposición a nivel global de la marca
Panamá, al igual que lo son otras actividades relacionadas con la conmemoración
de los 500 años del Descubrimiento del Mar del Sur, el VI Congreso Internacional
de la Lengua Española que se realizará en nuestro país del 20 al 23 de octubre
de 2013, para lo cual visitó Panamá en febrero una delegación encabezada por el
director del Instituto Cervantes, el connotado filólogo, Víctor García de la
Concha y el director de la Real Academia Española, José Manuel
Blecua.