Con salsa despiden a su ídolo
Mientras en Panamá amigos y salseros ofrecían una misa en honor al cantante boricua José “Cheo” Feliciano, en su país natal, Puerto Rico, se realizó el funeral
Mientras en Panamá amigos y salseros ofrecían una misa en honor al cantante boricua José “Cheo” Feliciano, en su país natal, Puerto Rico, se realizó el funeral con mucho orden y euforia por parte de sus seguidores.
El Nuevo Día reportó que desde las 7:00 a.m. el auto que transportaba los restos del artista salió de la funeraria Ehret en Río Piedras hacia Ponce, tierra natal del cantante, donde fue enterrado. Unos 30 minutos después, la gente llegó poco a poco para darle el último adiós al salsero.
Ante la mirada de sus fanáticos llegaba el féretro del baladista al Centro de Convenciones Juan H. Cintrón, en Ponce. El tema “Amada mía” no paraba de sonar en el Centro de Convenciones de Ponce, el cual se podría describir como un ambiente de fiesta y plena. Entre canciones por aquí y por allá, hubo personas que se molestaron por la tremenda fila que había para despedir a Feliciano, pues la gente quería aprovechar antes de que fuese llevado al cementerio, ya que los familiares manifestaron que deseaban un poco de privacidad.
En las afueras del cementerio La Piedad, la gente acomodada en sillas y con la canción de fondo “Anacaona” esperaba paciente por su ídolo. Los primeros en llegar al cementerio fueron Ismael Miranda, José Nogueras y Yolanda Rivera.
Al ver el coche fúnebre llegar al cementerio el público aplaudía y gritaba eufórico. La gente lanzaba flores a la carroza, mientras otros sonaban maracas y gritaban: “Cheo, Cheo, Cheo”.
Una vez dentro del cementerio el carro, se escuchó de fondo la canción “Los entierros de mi gente pobre”, y es cuando la gente se sube a los techos para ver la comitiva fúnebre, ya que las puertas del camposanto fueron cerradas para que los familiares y amigos del cantante le dieran el último adiós de forma privada. El hijo menor de “Cheo” gritó: “Familia”, agradeciendo de esta manera a quienes los acompañaron en el momento de dolor.