Cuida tu gato de los golpes de calor

Si tienes gatos en casa, seguramente estas recomendaciones te serán de gran ayuda.

Tengo una gata que durante la temporada de calor sufre como nadie. Ahora que en España estamos padeciendo un verano extremadamente cálido, he buscado la opinión de los expertos para saber cómo protegerla de las altas temperaturas especialmente de los repentinos golpes de calor. Y encontré la voz de Eva San Martín, una especialista en cuidado de mascotas del portal Eroski Consumer, quien resume sus consejos en tres palabras: agua, cepillados y control. Si tienes gatos en casa, seguramente estas recomendaciones te serán de gran ayuda. 1. La importancia de una hidratación El agua fresca es la mejor aliada de los gatos cuando se trata de combatir el calor. Como ocurre con los perros, los felinos no sudan, al menos no al ritmo de las personas. Su principal sistema de refrigeración es a través de la lengua y el hocico. Por ello, es tan importante que beban mucha agua fresca, ya que les ayuda a perder el exceso de temperatura. Yo desconocía que alrededor de 70% del cuerpo del gato es agua, de ahí que la deshidratación tenga efectos graves para su salud. Tampoco sabía que los gatos suelen beber menos agua de la que necesitan por lo que hay que animarles a hacerlo. ¿Cómo? Dándoles agua de la llave, por ejemplo. Además del agua fresca, hay otras fórmulas para lograr que tomen agua, como cambiando su alimentación: en lugar de pienso seco darles latas de comida húmeda, que incluyen cerca de 80% de líquido. 2. La importancia del cepillado Excepto contados casos, y por consejo del veterinario, no debemos cortar demasiado el pelo de los gatos en temporada de calor, y menos rasurarles. Como les ocurre a los perros, su manto peludo ejerce una función refrigerante que les protege del calor. Te darás cuenta que, cuando lo acaricias, el gato suelta mucho pelo. Si no lo cepillamos a diario, este pelaje muerto impide la normal refrigeración del aire y frena la salida del calor. Por ello, los veterinarios aconsejan el cepillado diario, sobre todo, en gatos con mucho pelaje. 3. La importancia del control como prevención Un gato que jadea en exceso, cuya lengua se torna demasiado roja y cuya saliva se espesa, puede ser víctima de un golpe de calor. Si esto le ocurre a tu gatito, debes acudir urgentemente al veterinario. Para prevenir esto, podemos recurrir a varios trucos para mantenerlos frescos, por ejemplo, construyéndoles un refugio en la parte más fresca de la casa; aprovechando las sombras y las corrientes de aire del jardín o nuestro hogar, o utilizar una caja de cartón –que los gatos adoran- y colocarle una toalla en su superficie, que mantendrá la zona más fresca, e incluso poner una botella de agua fría o un calcetín, en el que se metan bloques de hielo. Y a estar atentas con nuestras mascotas, sobre todo, en época de calor.