El Vidajena
Hay un dicho muy sabio y que tiene aplicación tanto hoy como lo tuvo en los siglos pasados: la fruta del cercado ajeno nos parece más apetecible que la que tenemos en el chantin. Pero esta preferencia, que debiera ser prohibida, suele traer nefastas consecuencias como lo vamos a ver seguidamente.
En el cuarto siete del patio limoso vive la parejita de tórtolos formada por la hermosota y sexi Isaura con su quitafrío, un tal Ligorio, un pasiero bastante jovenzuelo, al igual que su peor es nada.
Cuando Ligorio se reunía con sus amigotes, estos lo felicitaban por haberse conseguido manso paicito, porque Isaura tiene lo suyo bien repartido: un busto muy excitante y que ella deja "Al descubierto" desabotonándose el botón superior de la blusa tipo suéter de tela muy delgada, tal como esa guial que le dicen la Mella, por lo cual tiene clientes abundantes en la cantina del mercado donde agachaba el lomo. Tiene una cinturita breve que da nacimiento a unas curvas !ay Dios mío!, qué espectáculo cuando la chichi camina por la Catedral de Calidonia en dirección al mercadito para comprar el mondongo. Isaura se preocupa de cocinar muy sabroso el mondongo, poniéndole sazón irresistible que el