mundo ‘fitness’
Por: Lehisy Domínguez/VIVA -
Quién iba a pensar que aquel joven al que no le importaba andar descalzo y desaliñado desde pequeño por las calles de Chitré se convertiría, o más bien, se inclinaría por dedicar tiempo para su cuidado personal. Bueno, ese es Víctor “Chispín” Regueira, integrante de la banda Os Almirante.
Hace un año, este artista de rock empezó a asistir al gimnasio casi todos los días y entrena dos horas diarias.
El roquero revela que la decisión de ponerse “fit” se debió a que ya tenía problemas de salud, pues se cansaba mucho en tarima y cuando le realizaban una sesión con su grupo, notaba que salía gordo y tenía que recurrir al Photoshop. Además, su esposa, Jessica Regueira, también lo impulsó a tomar la decisión.
Por el momento practica “crossfit”, en el que corre, y hace “jumping squat”, entre otros ejercicios combinados.
El intérprete de “Mi gran tesoro” añade que su objetivo no es quedar “pompeado”, por eso trata de alzar pocas pesas.
Sin embargo, para lograr el objetivo, que es verse bien, tiene que cuidar su alimentación, de la cual revela que es totalmente baja en grasas y azúcares. “No tomo gaseosa ni jugos con azúcares, prefiero los naturales”, indicó el músico. Pero no todo es sacrificio porque de vez en cuando se come su porción de arroz.
Hasta la fecha ha logrado bajar varias libras y asegura que seguirá practicando deporte como un estilo de vida, no simplemente para rebajar, sino también para evitar enfermedades.
Los logros por ahora son los esperados y por eso quiere y luchará por ser instructor de “crossfit”. “Para eso tengo que estudiar y tomar cursos con profesionales y en eso estoy”, explica “Chispín”.
A todo esto, el artista también combina los ejercicios con sueroterapia, una manera saludable de meter vitaminas al cuerpo, antioxidantes y hasta tener una figura más delgada, así como la piel saludable. Además, el drenaje linfático lo ayuda a disminuir toxinas y líquidos y produce un aumento de circulación que acelera el metabolismo. Consiguiendo a su vez el vaciamiento instantáneo y fisiológico de las células grasas, llamado lipólisis. Este tratamiento no deja cicatrices y es indoloro. “No solo las mujeres deben cuidar su cuerpo, sino nosotros los hombres también, ya que es templo de Dios”, señala Regueira.
Su cuerpo todo es trabajado a punta de ejercicios y buena comida. Piensa que jamás pasaría por un bisturí.
“Jamás pensé en asistir a una estética, es más, decía que eso no era para hombres, yo siempre fui rústico y dejado, pero gracias a mi esposa entré en este mundo”, enfatiza Spencer.