Para Hugh Hefner libro de ex conejita es una basura
En el libro Holly Madison revela cómo fue su primer encuentro sexual.
Por: Redacción -
La ex conejita Holly Madison, ha publicado un libro titulado "En la madriguera del conejo: Aventuras y desventuras de una conejita Playboy", en el que cuenta cómo fue su vida en la mansión junto a Hugh Hefner, y que incluso pensó en suicidarse. Una serie de confesiones que para Hefner no son más que "basura".
Así lo ha declarado en exclusiva a la revista People, asegurando "durante mi vida he tenido varias relaciones con mujeres maravillosas que viven felices, sanas y aún son mis amigas. Por desgracia, algunas han elegido reescribir la historia para intentar seguir en el candelero. Ya lo dice el refrán, no siempre puedes ganar". Sin duda, Hefner habrá sido de los primeros en correr a las librerías para adquirir la biografía de Holly, quien ahora está casada y es madre de una niña de dos años. La joven, que asegura que tras salir del mundo de Hefner "no tengo miedo a la gente, ni lealtad a Hef", afirma en las páginas que lleva cuatro años sin hablar con el editor, así que no le preocupa lo más mínimo su opinión al respecto.
Entre otras cosas, Holly cuenta en el libro cómo termino en la mansión Playboy tras una noche de fiesta con Hefner y sus conejitas. "Me daba pena que nadie le dijera lo patético que era bailando", cuenta. Esa misma noche tuvo lugar su primer encuentro sexual, simplemente no fue muy bien, según relata. "No había intimidad. Estaban sus actuales novias por allí revoloteando y él las miraba. La verdad que no recuerdo mucho, no mucho más que la sensación de tener un cuerpo pesado y viejo encima de mí",
Cada semana, Hefner le daba a cada una mil dólares para que se los gastara en ropa, y además tenía una cuenta abierta en un salón de belleza de Beverly Hills para que las chicas fueran a hacerse tratamientos de belleza cada vez que quisieran. Por último, les pagaba las operaciones estéticas que ellas quisieran, incluso les animaba a pasar por el quirófano. "Sinceramente, me molestaba la obsesión que tenía con las mujeres jóvenes y con mantenernos como muñequitas", lamenta Madison.