Recuerda su llegada a San Miguelito
Hace exactamente un mes, el distrito de San Miguelito cumplió 45 años de fundación, pero una persona que llegó a este pequeño lugar cuando apenas lo crearon en 1960, es Reinaldo Campos Díaz, quien a su parecer, las autoridades deben —el día que celebran— distinguir a sus primeros pobladores.
Su historia
"Yo llegué aquí procedente de Betania, en noviembre de 1960, gracias a un señor de nombre Orlando Vallejos. Él me consiguió un lote de terreno, pero no tenía acceso al carro y no me decidí; pronto un señor de apellido Ortiz me dijo: 'vea, yo me recojo un poco y usted puede acomodarse allí'… y así conseguí el lote que actualmente tengo.
Resultó que aquí no había agua, solo un pozo artesiano a orilla de la Transístmica, para toda la comunidad. La escuela se componía de varias casas alquiladas, algunas estaban sobre un 'tambo', cosa que daban clase arriba y abajo. Tampoco había luz eléctrica, la comunidad se servía por una línea que había puesto el Sr. Vallejos, procedente de una sociedad llamada Pro Mejoras de Pan de Azúcar, la cual era dirigida por unos colombianos. Yo traía una familia compuesta por mi esposa y cinco hijos. Mi primera inquietud fue mejorar la escuela, la segunda fue poner luz eléctrica en la comunidad y la tercera fue poner agua...
Con respecto a la luz, era necesario formar una sociedad, conseguir personería jurídica. Como ente responsable de la comunidad, había que investigar el consumo de cada artefacto y comprar todos los materiales necesarios para instalar la luz. De modo que reuní varios vecinos: Orlando Vallejos, Alejandro Solanilla, Fulgencio Bethancourt, Francisco Ponce, un señor de apellido Jaramillo y otros que ahora no recuerdo, y así se instituyó la sociedad, cuyo nombre fue Sociedad Coordinadora Silos del IFE. Me entrevisté en la compañía Fuerza y Luz, con un señor de apellido Moreno, el cual me dio todos los datos sobre el consumo de los artefactos y la forma como trabajaba la Fuerza y Luz con respecto a la comunidad. El depósito para el medidor lo puso Orlando Vallejos (100.00) cien dólares. Tuvimos colectas y préstamos para conseguir los materiales necesarios para la instalación, y se les devolvió cuando hubiesen los fondos.
Así llegamos a tener luz y cada inquilino fue grabado según el consumo de artefactos que tenía. Con respecto a la escuela, reuní a dos vecinos: al señor Vallejos y Bethancourt y fuimos con el ministro de Educación de ese tiempo, el Lic. Alfredo Ramírez, quien nos dio cortesía de sala y nos atendió en la próxima reunión de Síndicos de la Universidad, ya que estos pertenecían a esta casa. Allí nos dijeron que podíamos hacer una escuela de carácter provisional, que ellos en el futuro tendrían que hacerla, por lo pronto nos ayudaban con la Junta Municipal de Educación, a fin de conseguir algo de materiales y herramientas. Allí aproveché para pedirle al ministro dos pozos artesianos: uno para la escuela y el otro para la plaza donde yo vivo. En ese tiempo fui electo vicepresidente del Club de Padres de Familia y fue a mí a quien le tocó hacer todas las diligencias anteriormente mencionadas, tal vez debido a que el presidente del club era "tico" y no podía exigir muchas cosas…
Tuvimos infinidad de problemas, como toda persona que se decide a hacer algo; siempre hay un grupo en desacuerdo y que se dedica a 'pescar en río revuelto'. Fue así como surgió un grupo con ambiciones distintas a las mías, los cuales nunca se habían distinguido como miembros fundadores o cooperadores, ni se interesaron por dirigir la sociedad. Yo convoqué a elecciones el 9 de mayo de 1965 y no fue sorpresa mía ver tantas caras nuevas que no vivían por aquí, ni siquiera en ese día de elección, y yo les di libertad a que votaran todos sin exigirles identificación, recibo de pago de luz ni de miembro activo de la sociedad… ¿Resultado? Yo obtuve 19 votos y ellos obtuvieron 200 en una comunidad que solamente había 50 familias o menos, y no todos eran asociados o colaboradores.
Muchos detalles estoy omitiendo, realmente son de poca importancia, solo voy a mencionar a los principales miembros activos de aquella sociedad: presidente: Reinaldo Campos Díaz; vicepresidente y secretario: Orlando Vallejos (q.e.p.d); tesorero: Francisco Ponce (q.e.p.d); fiscal: Fulgencio Bethancourt (q.e.p.d); vocal: Alejandro Solanilla (q.e.p.d).
Otro vecino, digno de mencionar, es el Sr. Raúl Moreno, perforador de los pozos artesianos y que se quedó a vivir felizmente en esta comunidad. Con respecto al pozo de esta plaza, se hacía una fila larguísima para coger el agua, se reventaba la manigueta a menudo, por lo que tenía que pedirla al Departamento de Sanidad Ambiental del Ministerio. Conseguí muchos enemigos tratando de cuidar esas maniguetas… como se sabe el que menos hace es el que más molesta", concluye Reinaldo su historia en San Miguelito.