Viva - 30/7/13 - 12:03 PM
Subastó su virginidad
El asiático, que se hace llamar Natsu, ofertó el mayor precio entre otros 5 interesados, entre los que se encuentran tres estadounidenses, un australiano y un hindú.
Tomado de: Caracol
Una joven de 20 años identificada como Catarina Migliorini, anunció que tras haber puesto en subasta su virginidad, logró venderla a un japonés por 780.000 dólares.
El asiático, que se hace llamar Natsu, ofertó el mayor precio entre otros 5 interesados, entre los que se encuentran tres estadounidenses, un australiano y un hindú.
La mujer brasileña señaló que, a través de este negocio, quería financiar sus estudios de medicina en Argentina, por lo que realizará un proyecto documental en el que narrará su historia antes y después de su primera experiencia sexual.
Según fue revelado, la joven perderá su virginidad en un avión, que partirá de desde Australia hacia Estados Unidos, y el japonés tiene prohibido usar juguetes sexuales o grabar el encuentro, debe usar condón obligatoriamente y será sometido a exámenes que certifiquen que no padece una enfermedad de transmisión sexual.
Este caso ha causado especial indignación en varios países que la acusan de promover la trata de personas, pero ella ha dicho que sólo lo va a hacer esta vez y eso no la convierte en una prostituta.
Una joven de 20 años identificada como Catarina Migliorini, anunció que tras haber puesto en subasta su virginidad, logró venderla a un japonés por 780.000 dólares.
El asiático, que se hace llamar Natsu, ofertó el mayor precio entre otros 5 interesados, entre los que se encuentran tres estadounidenses, un australiano y un hindú.
La mujer brasileña señaló que, a través de este negocio, quería financiar sus estudios de medicina en Argentina, por lo que realizará un proyecto documental en el que narrará su historia antes y después de su primera experiencia sexual.
Según fue revelado, la joven perderá su virginidad en un avión, que partirá de desde Australia hacia Estados Unidos, y el japonés tiene prohibido usar juguetes sexuales o grabar el encuentro, debe usar condón obligatoriamente y será sometido a exámenes que certifiquen que no padece una enfermedad de transmisión sexual.
Este caso ha causado especial indignación en varios países que la acusan de promover la trata de personas, pero ella ha dicho que sólo lo va a hacer esta vez y eso no la convierte en una prostituta.