Las familias modernas se encuentran amenazadas por el flagelo del divorcio, la violencia y el individualismo materialista, advirtió ayer en esta capital el cardenal Oscar Rodríguez Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa, Honduras.
"Cada día nos damos cuenta de que ya nadie quiere luchar por garantizar la estabilidad familiar, la primera opción es el divorcio y la violencia sin darse cuenta de los daños que provocan a los hijos, quienes son las primeras víctimas", dijo.
También fustigó la cultura de la violencia que se ha apoderado de los países centroamericanos donde el promedio de asesinatos superan las dos medias todos los días, tanto por motivaciones domésticas como delictivas.
"Hay toda una cultura de violencia, favorecida por los medios y una educación equivocada. Cuando no se quiere dialogar la primera reacción de algunas personas es con un puñetazo. Esto debe cambiar", sostuvo.
El alto jerarca católico, quien es de la orden salesiana, se encuentra en Panamá para participar en las celebraciones del centenario de la llegada de Don Bosco a Panamá.