Dicen que de locos est� lleno el mundo. Y cuando un loco asume el poder pol�tico en un Estado, la sociedad donde esto ocurre corre un gran peligro.
En el lenguaje popular, loco no es s�lo aquel a quien se le ha diagnosticado esquizofrenia, paranoia o una neurosis pronunciada. Tambi�n es loco aquel que dice palabras sin sentido, a quien se le olvidan las cosas y quien tiene conductas anormales.
Ac� tuvimos en el poder a un delincuente a quien la justicia estadounidense consider� suficientemente cuerdo para ir a juicio. Para los paname�os, sin embargo, sus desarreglos de conducta eran t�picos de un loco.
�A qu� ser normal le causan placer la represi�n y la tortura? �Qu� individuo l�cido enfrenta a sus jefes estadounidenses con machete y se dedica al narcotr�fico bajo las mismas barbas de la DEA?
Conocimos sus declaraciones desequilibradas y supimos de su cleptoman�a, estimulada por el PRD. Cuando perdi� el poder, la ciudadan�a se liber� de su insania, patrocinada por el partido "m�s democr�tico de Panam�", seg�n lo repiten los candidatos de la alianza PP-PRD.
Luego de esta experiencia psiqui�trica que vivi� nuestro pa�s, es necesario que estudiemos las caracter�sticas mentales de los candidatos a puestos de elecci�n popular, no vaya a ser que alguna vez elijamos a un loco-obsesivo-compulsivo, man�aco-depresivo o simplemente estrafalario--que nos enrede el pa�s con su extra�o proceder. Si en otros pa�ses-muy cercanos al nuestro-ha ocurrido, aqu� tambi�n podr�a suceder. |