Los guardias de seguridad en Colón son blanco de los delincuentes, ya que sus armas les sirven para atacar a otras personas y hasta matar a sus enemigos.
Hilario Fuentes Espinoza, de 55 años, se convirtió en la víctima mortal número nueve en Colón. Fue asesinado de 5 tiros.
La esposa, Carmen de Fuentes, llorando confirmó que lo mataron en medio de una balacera la noche del martes.
El cuerpo sin vida del guardia de seguridad estuvo por varios minutos en una camilla fuera del Hospital Manuel Amador Guerrero, donde llegó sin signos vitales. Los policías trasladaron el cuerpo a la morgue en la misma camilla.
Se presume que los delincuentes que impactaron a Fuentes sabían que era guardia de seguridad y que tenía un arma de fuego.
Un representante de la agencia SERPROSA, donde trabajaba la víctima, lamentó que a pesar que son personas humildes, los robos y asesinatos continúan en contra de ellos.
En la provincia, en menos de dos días cuatro guardias de seguridad han sido desarmados, uno herido y otro asesinado.