Un gol de Mario Gómez, en el minuto 90, permitió ayer al Bayern de Múnich imponerse por 0-1 al Inter de Milán y deja a los alemanes en bandeja la clasificación para los cuartos de final de la Liga de Campeones si consiguen hacer valer en casa este resultado dentro de tres semanas.
Ambos equipos reeditaron ayer en el estadio Giuseppe Meazza de Milán la última final de Liga de Campeones, en la que los italianos se impusieron por 0-2 con dos tantos de Diego Milito.
Ambos equipos gozaron de numerosas oportunidades en un partido que estuvo muy equilibrado, pero el mayor control del balón por parte del Bayern y el juego ofensivo cimentado en el trabajo de Robben y Ribery acabaron decantando el marcador del lado alemán.
Después de un segunda parte en el que el Bayern controló el juego, Mario Gómez consiguió in extremis el gol de la victoria, en el minuto 90, aprovechando un rechace del portero brasileño Julio César tras un disparo de Robben desde fuera del área.
El partido comenzó con ambos equipos bien posicionados y los primeros minutos de juego no tuvieron un claro dominador, aunque el Bayern pareció dar más velocidad a su juego por la banda izquierda, con un Pranjic muy activo.
A medida que avanzaba el encuentro, los alemanes se hicieron con la posesión del balón y pusieron en peligro en varias ocasiones a Julio César.
Ambos equipos gozaron de numerosas oportunidades en un partido que estuvo muy equilibrado, pero el mayor control del balón por parte del Bayern y el juego ofensivo cimentado en el trabajo de Robben y Ribery acabaron decantando el marcador del lado alemán.