La guerrilla colombiana ha intentado una nueva incursión en territorio panameño al intentar apoderarse de una embarcación de la Policía Nacional, lo que motivó un enfrentamiento con saldo de un miembro de la Fuerza Pública herido y tres de las FARC.
Por décadas, la selva darienita ha sido una especie de santuario de los grupos insurgentes colombianos, que penetran a territorio panameño para descansar algunos y otros para cometer fechorías. Los paramilitares atacaron poblados en Darién y Kuna Yala ocasionando muertes. Columnas de guerrilleros también violaron territorio panameño para secuestrar a panameños y extranjeros, algunos de los cuales lograron su liberación tras el pago de rescates y otros fueron asesinados.
Desde hace años, el presidente Alvaro Uribe prometió establecer una adecuada vigilancia en el lado colombiano para evitar la violación del territorio panameño por parte de guerrilleros y paramilitares colombianos, pero hasta ahora las cosas no han funcionado.Es una realidad, Panamá no tiene los recursos ni el componente necesario para custodiar adecuadamente la amplia frontera con Colombia y deberemos prepararnos para que se registren nuevas incursiones de irregulares extranjeros.
Los guerrilleros, paramilitares o bandoleros colombianos no pueden ingresar impunemente a tierras panameñas y hacer lo que les viene en gana. Los irregulares colombianos tienen que sacar sus manos del Darién.
No puede ser que la selvática provincia se convierta en una puerta abiertas para que entren, como Pedro por su casa, los guerrilleros, paramilitares y bandoleros, quienes tienen sembradas en sus corazones las macabras intenciones de secuestrar y matar panameños.