Una comisión liderada por la viceministra de la Presidencia, María Fábrega, y que además la integran la ministra de Gobierno, Roxana Méndez, y el viceministro de Comercio, Ricardo Quijano, debe reunirse hoy con la dirigencia ng�be y buglé desde las 10:00 a.m., en San Félix.
El diálogo será a puertas cerradas en el Centro de Formación de la Iglesia Católica en San Félix, bajo la mediación del obispo José Luis Lacunza.
El prelado reveló que se emitirán boletines de prensa para dar a conocer cómo avanzan las conversaciones hasta llegar a un acuerdo y hacerlo público en viva voz de las partes.
El presidente Ricardo Martinelli informó que las conversaciones constarán de una serie de puntos entre los que figura la creación de una ley que garantice que en las comarcas indígenas no se explotará ni se impulsará la minería.
La Coordinadora por la Defensa de los Recursos Naturales y del Derecho del Pueblo Ng�be-Buglé advirtió que esperan que el gobierno ''adopte seriedad en la discusión de los acuerdos y no sea otro mecanismo de distracción más, lo cual será terrible para la paz y el sosiego de la nación".
Rogelio Montezuma, dirigente de la Coordinadora, adelantó que solicitarán la liberación de los indígenas que fueron detenidos por la Policía Nacional durante los enfrentamientos.
Montezuma también dijo que el periodista español Francisco Gómez Nadal debe revelar si fue objeto de presión por parte del Gobierno o fue realmente de forma voluntaria que decidió salir del país.
La delegación del gobierno también la integran Juan Carlos Illueca, secretario de Asuntos Públicos del Ministerio de la Presidencia, el economista Aram Cisneros, así como los diputados Luis Eduardo Quiroz y Fernando Carrillo.
Por su parte, el diputado del Partido Popular (PP), Irene Gallegos, quien fue señalado por el presidente de la Asamblea, José Muñoz, de ser uno de los agitadores de las protestas indígenas en San Félix, desmintió tales acusaciones.
"Durante tres días se tuvo que hacer algo que jamás hubiésemos querido hacer como fue obstruir las vías en varias partes del país, pero eso era necesario para propiciar el diálogo", destacó.
El parlamentario afirmó que en todo momento ha querido ser un "puente" entre el gobierno y los indígenas para el diálogo con el presidente Ricardo Martinelli.
Gallego pidió disculpa a los miles de panameños que por 33 horas quedaron atrapados entre los tranques de calles, pero volvió a justificar la acción como necesaria para que el Gobierno los tomara en cuenta.