"Me siento estresada, todos los días tu abuelo se obra, no puedo creer que no se dé cuenta cuando siente ganas de defecar. La única opción es comprarle 'pampers'.
A veces se obra, y aún no ha probado ningún alimento".. comentaba la señora Eneida a su hijo mayor, mientras caminaban rumbo a una cita médica.
Como esta situación, muchas se presentan en diferentes hogares, ignorando que la incontinencia fecal es una afectación que se presenta sin previo aviso.
Pero esta situación provoca que el ritmo de vida de las personas que están al cuidado de un adulto y del propio afectado mayor cambie, pues no se atreven a salir de sus hogares por temor a que no se pueda controlar las ganas de expulsar el excremento.
Los síntomas de la incontinencia fecal son molestos, pues ellos no pueden controlar los esfínteres anales, que no son otra cosa que los músculos que regulan el proceso de defecación, lo que conlleva a que se altere la calidad de vida, lo que se traduce en problemas de sueño o en desarrollo normal de las actividades cotidianas y las relaciones personales.
SITUACION INCOMODA
La pérdida del control de los movimientos fecales ocasiona que el excremento salga del recto cuando uno no lo espera, lo cual puede presentarse mediante escape parcial o total de heces sólidas o líquidas; este problema es más común en mujeres y ancianos de ambos sexos.
Ahora, para que se pueda tener un control de los músculos del recto, es necesario tener excelentes capacidades física, anatómica y mental, porque así se tendría la voluntad de ir al inodoro en lugar de hacerlo en su ropa interior.
POSIBLES CAUSAS
Pero el daño muscular del recto no se produce repentinamente, por lo menos en las mujeres ocurre cuando han presentado partos difíciles en los que hayan requerido de fórceps (especie de pinzas que se introducen en la zona vaginal para ayudar en la expulsión del bebé), o bien de episiotomía (corte para agrandar la abertura de la vagina y facilitar la salida del niño).
De igual forma, cuando se haya realizado alguna cirugía en el área en mención.
�QUE ES LO MEJOR?
Cuando se padece incontinencia fecal es muy importante acudir al proctólogo (especialista en trastornos de colon), quien realizará revisión física y solicitará un examen llamado manometría anal, mediante el cual se mide la presión en el ano, así como elasticidad y sensación rectal.
Una vez que se ha detectado el problema que causa la incontinencia fecal, se pueden recomendar ejercicios de contracción del ano para fortalecer los músculos, o bien proceder a intervención quirúrgica para corregir la alteración.