Más de 200 obreros de la construcción fueron detenidos ayer tras enfrentamientos con piedras, palos, bloques y toda clase de objetos contundentes con los antimotines, quienes repartían perdigones, gases lacrimógenos y chorros de agua del "Pitufo".
Los disturbios se concentraron en edificios en construcción de la Avenida Balboa y Calle 50.
Los obreros lanzaban toda clase de proyectiles desde lo alto de los proyectos, lo que provocó la destrucción de vidrios de más de una decena de autos y hasta una mujer resultó herida en la nuca, luego que una piedra quebró el parabrisas de su vehículo.
A los detenidos se les formularon cargos por desórdenes en la vía pública y daños a la propiedad privada. La dirigencia del Suntracs alegó que fueron provocados por los antimotines que comenzaron a reprimirlos en la Avenida Balboa, cuando habían cerrado un paño para repartir volantes.
Tras los enfrentamientos, decenas de antimotines ingresaron a las obras en construcción, buscando piso por piso para detener a los obreros.
El ministro de Gobierno, José Raúl Mulino, quien enfurecido llamó la semana pasada "maleantes de mierda" a obreros de la construcción, advirtió que el Gobierno no tolerará los cierres de calle.
El director de la Policía Metropolitana, Javier Fanuco, indicó que los choques no fueron provocados por las fuerzas de seguridad sino por los manifestantes, quienes mantuvieron las vías bloqueadas desde el mediodía impidiendo el libre tránsito.
El director de la Policía Nacional, Gustavo Pérez, afirmó a través de un comunicado que "estas expresiones de violencia, en lo que debió ser una protesta pacífica, ponen en duda la legitimidad de estas manifestaciones y dejan entrever que hay personas más interesadas en afectar al país y en afectar a gente inocente".