En una misma cultura se mezclan la chicha, danza y boxeo.
Ellos son los ng�be buglé, aborígenes panameños, de los que muy poco conoce el resto de los habitantes del país.
De seguro usted habrá escuchado en las calles y barrios aquella frase de que "los indios están de moda", eso tras las fuertes protestas que desarrollaron contra el nuevo y derogado Código Minero, que hicieron recular al gobierno.
En algunos puntos de la ciudad de Panamá y los predios de la Asamblea Nacional han expuesto con más orgullo sus tradiciones y costumbres. Es que precisamente en el momento de lucha es cuando muestran lo más auténtico de su identidad, de eso, es parte la danza.
El baile de ellos no tiene ningún parecido con el tema musical Fiesta de Tribu, de la que Alberto Montezuma, uno de los dirigentes de la Coordinadora por la Defensa de los Recursos Naturales y del pueblo Ng�be Buglé, opinó: "ese Chombo Clark dice que la canción (Fiesta de Tribu) no tiene nada que ver con la protesta, pero para nosotros sí. Se están burlando de las más de 25 mil personas que salieron a manifestarse en las calles".
Gei es el nombre original de la danza ng�be buglé, según explicó Montezuma. El Gei -que danzaron durante las protestas- tiene varios pasos: el del borracho, lombriz, culebra o caracol (que quede claro que no bailan el de la "coneja" al que se refiere la canción Fiesta de Tribu).
Cada uno de los pasos se hace de acuerdo con el nombre que lleva, por ejemplo: en el paso del borracho, se hacen los movimientos característicos de una persona en estado de embriaguez.
LA HORA DE LA DANZA
Sentado justo al lado del portón de los estacionamientos del Palacio Legislativo, Montezuma detalló que ellos danzan más que todo cuando hacen chichería (día bailable con chicha o venta de chicha de maíz fermentado), balsería (medición de fuerza o boxeo entre hombres. Ah... también entre mujeres), o cuando una niña tiene su primera menstruación.
Las maracas son el único instrumento requerido para danzar. "A veces arrancan primero los hombres, que buscan a su pareja; o pueden ser las mujeres que inician buscando a sus parejos", expresó Montezuma, mientras reflejaba un gesto de que en ese sentido no hay ningún tipo de estereotipo sexista.
"Entre más te adentras a la Comarca más puedes ver la tradición pura", manifestó Montezuma, quien al ser interrogado sobre si toda su vida ha vivido allá, respondió con tono fuerte: "Toda mi vida y creo que me voy a morir allá. �Voy a dejar mis huesos en la Comarca!".
