ABRACADABRA
"¿Hasta cuándo la complicidad?"
" Ante esta nueva estratagema perredista, nada han dicho ni la
Comisión de Justicia y Paz ni el Tribunal Electoral "
Carlos Guevara Mann
Mucha razón tiene
Guillermo Endara al cuestionar el silencio de la Comisión de Justicia
y Paz y el Tribunal Electoral ante la anunciada reactivación de los
infames "batallones de la dignidad".
Este anuncio no es más que la última estratagema del PRD
en su malévolo plan para perpetuarse en el poder. La acción
de estos "batallones", compuestos de maleantes entrenados por
cubanos, nicaragüenses y libios, por instrucciones de Noriega, para
aterrorizar al pueblo panameño, dejó en la población
una secuela de muerte y destrucción.
Para la Navidad de 1989 tenían la encomienda de asesinar a dirigentes
populares y políticos de oposición. Los preparativos para
ese vil objetivo comenzaron el 27 de noviembre, con el operativo "Ojo
por ojo, diente por diente", en el que registraron los nombres y direcciones
de conocidos opositores (ver, de Brittmarie Janson Pérez, el libro
"Panamá protesta", especialmente las págs. 235-244).
Como la invasión norteamericana del 20 de diciembre les frustró
el encargo, promovieron el saqueo de los comercios de la Capital y la ciudad
de Colón, y le prendieron fuego al barrio de El Chorrillo. El saqueo
lo habían planeado con anticipación, al menos desde mayo de
1989.
El 15 de ese mes, en el programa radial "Senderos de Liberación",
el norieguista Rigoberto Paredes (ahora candidato a legislador por el circuito
8-8) "aseveró que si Estados Unidos invadía, Panamá
se volvería como Beirut, que todos los negocios, tiendas y comercios
serían ... Esta amenaza, que Paredes no terminó, se puede
interpretar como prueba de que el plan de saquear los comercios de Panamá
existía desde entonces" (Brittmarie Janson Pérez, "Las
mentiras", El Panamá América, 21 de agosto de 1998).
Antes, entre 1988-1989, persiguieron, maltrataron, torturaron y mataron
a hijos del pueblo, como a Alexis Guerra, guardaespaldas del ex vicepresidente
Guillermo Ford, quien fue asesinado por estas fuerzas del mal, o Humberto
Montenegro, quien fue abaleado por los batalloneros, ese mismo 10 de mayo
de 1989 (ver, de Humberto E. Ricord, el libro "Noriega y Panamá",
especialmente las págs. 100-103).
Los "batallones de la dignidad" y otros grupos de malhechores,
como los "CODEPADIS", respondían a Noriega y al PRD, cuyos
dirigentes, después de haberle sacado el jugo a la "papa"
por veinticinco años (veinte de narcodictadura y cinco de torodictadura),
ahora patrocinan la candidatura de Martín Torrijos. Algunos, inclusive,
pretenden que el pueblo los elija legisladores, alcaldes o representantes.
Los batalloneros dicen haberse reactivado "para defender la soberanía
nacional" (El Panamá América,18 de marzo de 1999). Pura
mentira. Si tanto les preocupa la "soberanía nacional",
¿por qué no salieron a defenderla cuando el PRD negociaba
la permanencia del ejército norteamericano en nuestro territorio,
a través del "Centro Multilateral Antidrogas" (CMA)?
El verdadero motivo de esta reactivación lo señaló
Endara: "intervenir en la campaña electoral como 'fuerza de
choque' para permitirle al PRD mantenerse en el poder si el resultado electoral
les es adverso" (La Prensa, 21 de marzo de 1999). En otras palabras,
lo que planean es robarse la elección, a punta de varillazos, disparos
y bombazos, como lo hicieron los paramilitares norieguistas en 1984 e intentaron
hacerlo, los mismos batalloneros y "CODEPADIS", en 1989.
Ante esta nueva estratagema perredista, nada han dicho ni la Comisión
de Justicia y Paz ni el Tribunal Electoral. Como de costumbre, se preocupan
por "alelazones", como bien las describió Endara, como
el "lenguaje" de las campañas políticas, la entrega
de "fichas técnicas" de encuestas o el uso de la letra
"M" en la propaganda opositora.
Lo fundamental, sin embargo, no lo abordan: las intolerables restricciones
a la libertad de expresión, el uso de recursos públicos para
promover los candidatos oficialistas, la repugnante mercantilización
de la política, la infiltración de dinero sucio en las campañas,
los indultos que permiten a delincuentes norieguistas gozar de sus fortunas
malhabidas y presentarse como candidatos y, ahora, la reactivación
de los "batallones de la dignidad".
¡Hasta cuándo la complicidad!
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AYER GRAFICO |
Bárbara Palacios, Miss Universo, de Venezuela, fue ultrajada en el
carnaval acuático |
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