La decisión del Tribunal Electoral de descabezar las 13 candidaturas al Parlamento Centroamericano (Parlacen) por parte del opositor partido Cambio Democrático (CD), es una medida controversial, que a juicio de varios sectores conculcan derechos.
Sin duda que puede argumentarse que hubo fallas al no cumplirse algunas de las formalidades para realizar esas postulaciones, pero el fallo deja la sensación que busca beneficiar al oficialismo, que lograría una mayor cuota de representación en el Parlacen, al anularse las candidaturas de su principal adversario partidista.
La acción fue promovida por propios elementos del gobernante Partido Revolucionario Democrático, que aparecen en la lista de aspirantes al Parlacen. La acción es como ganar un juego de pelota en la mesa y no en el cuadro como debiera ser.
Los cargos de elección popular en todo caso los deben definir los electores y no a través de una decisión de una Corporación.
Todavía los afectados con la medida pueden interponer un recurso ante el Tribunal Electoral, pero parece imposible que una decisión adoptada por unanimidad ahora sea revocada por los magistrados Eduardo Valdés, Erasmo Pinilla y Gerardo Solís.
Este será una tema de conflicto que se añade al convulsionado panorama que vive la actual campaña política y que sin duda contribuirá a acrecentar las fuertes pugnas existentes entre el oficialismo y la oposición.