EDITORIAL
Di�logo entre sordos
Panam� se despierta cada d�a con un paro diferente. El D�a Mundial de la Salud los celebramos con una paralizaci�n indefinida del servicio de enfermer�a en los diversos hospitales, policl�nicas y centros m�dicos del sector p�blico. Existe un di�logo entre sordos en el problema que ha originado el paro de labores de los llamados "�ngeles blanco, que reclaman el restablecimiento de las jubilaciones especiales. Las enfermeras reclaman una Comisi�n de Alto Nivel y nos preguntamos si la designaci�n de los ministros de Salud y Econom�a y Finanzas no llenan esa categor�a, �entonces cu�l o cu�les funcionarios registran ese perfil". Por su parte, el Ministro de Salud pretende iniciar una negociaci�n en vivo y a todo color, cuando es tradicional que ese tipo de contactos se desarrolle a puertas cerradas, para tener mayor libertad con el fin de expresar puntos de vista, ceder posiciones y lograr acuerdos. Frente a las posiciones extremas no se llegar� a ning�n acuerdo y al final el �nico perjudicado es el pobre, que no puede recibir una adecuada atenci�n en los hospitales y no tienen los recursos econ�micos para pagar para que loa atienden en un hospital privado. Ya la crisis ha originado que en el Seguro Social se reduzcan de 90 a 20 el n�mero de operaciones que se desarrollaban y se han suspendido las cirug�as programadas, en perjuicio de pacientes, que ahora deber�n obtener una nueva fecha para esas intervenciones. Si bien es cierto que el di�logo de cinco minutos que desarrollaron ayer las enfermeras y el ministro Jos� Ter�n fue un rotundo fracaso, las partes deben meditar y retomar la negociaci�n. La negociaci�n sin duda debe partir de la premisa de que las jubilaciones especiales que permiten el retiro anticipado y con el �ltimo salario de las enfermeras o cualquier otro funcionario, ya no es factible, a menos que se coticen altos porcentajes de los salarios, algo prohibitivo para cualquier trabajador, sobre todo en los momentos actuales, donde con el alto costo de la vida y de otros servicios b�sicos, el sueldo apenas alcanza para vivir. Cuando en 1997 se eliminaron las jubilaciones especiales, el d�ficit en dicho programa era de 58 millones de balboas y para el a�o 2025 el mismo se estimaba en 227 millones, las finanzas de ning�n pa�s pueden soportar esa situaci�n ni los organismos financieros internacionales lo permitir�n. En Panam� existe el Sistema de Ahorro y Capitalizaci�n (SIACAP), donde las enfermeras u otro gremio puede cotizar para mejorar el monto de sus jubilaciones. Desde hace tres a�os se estimaba que el aporte que deb�an hacer los �ngeles blanco para mantener beneficios similares a una jubilaci�n especial, ser�a de casi el 9% de sus salarios, muy por encima del 2% que antes se cotizaba al Fondo Complementario. La situaci�n es dif�cil y las posiciones extremas no tienen cabida. Las enfermeras no pueden mantener por largo tiempo una paralizaci�n de labores que desgastar�a el movimiento y el gobierno no puede ser tan inflexible, porque la poblaci�n va a resentir la falta de capacidad para resolver un conflicto, donde los m�s pobres son los que sufren en carne propia los efectos. La �nica opci�n es conversar.
PUNTO CRITICO |
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