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EDITORIAL
Arresto de periodistas
Cuatro periodistas fueron arrestados ayer por agentes de la Policía Nacional y del Servicio de Protección Institucional (SPI). El gran delito: tratar de conseguir fotografías de la casa presidencial de Punta Mala.
Durante meses, muchos medios han presentado solicitudes al Gobierno para tener acceso al área de Punta Mala, pero las respuestas siempre son negativas. Hace 28 meses se anunció la venta de esas instalaciones, pero a la fecha no se tienen noticias de la convocatoria de la licitación para esa operación.
El Ministerio de Economía y Finanzas debió completar el avalúo de esta finca ubicada en la provincia de Los Santos, para someterla a la venta. La intención de deshacerse del inmueble surgió tras la intención de los periodistas de realizar reportajes sobre Punta Mala y la negativa del un Ejecutivo que anunció que la pondría a la venta para acabar con el "morbo".
La residencia presidencial perteneció por años al Comando Sur y cuando el actual gobierno asumió su control se estableció un perímetro de seguridad de 2.5 millas. � Cuál es el secreto que encierra el inmueble?. Si los encargados del gobierno quisieran acabar con los que ellos denominan morbo, hace tiempo debieron organizar una conferencia de prensa e invitar a todos los medios para hacer los reportajes que les interesaba.
Sin embargo, los funcionarios del actual gobierno adoptan posiciones que riñen con la transparencia con que se deben manejar las cosas del Estado y muchas veces, convierten en un problema, cualquier sencillez.
Igual situación se produjo con el bendito helicóptero que precisamente viniendo de Punta Mala se accidentó frente a Farallón. Se trató de ocultar todo lo referente a los dueños de la nave y al final se armó un escándalo innecesario.
En esta oportunidad han sido arrestados a cuatro periodistas a quienes los policías revisaron de cabo a rabo para detectar si tenían ocultas fotografías de una instalación "secreta". Cuando el mundo entero observa en directo los pormenores de una guerra, en Panamá tratamos de ocultar un objetivo super secreto: la casa presidencial de Punta Mala. Para colmo de males, la detención se produce cuando en el país se encuentra el Relator sobre Libertad de Expresión de la Organización de Estados Americanos.
Entendemos que los periodistas, al igual que todos los ciudadanos debemos respetar las leyes, pero también existe el derecho a informar, sobre todo cuando estamos frente a un bien estatal, que en todo caso cubre sus gastos con los impuestos que pagamos los contribuyentes.
En las sociedades democráticas no hay espacio para tratar de mantener secretos ni para andar persiguiendo a los periodistas que intentan divulgar temas relativos al Estado. El mejor consejo para los gobiernos es que se manejen con la mayor transparencia y no hagan de una pequeñez un problema de grado mayor.
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PUNTO CRITICO |
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