Maritza Gustavino nunca pensó que tras once años de vivir en un terreno que le comprara a su propio padre, ayer fuera desalojada junto con sus hijos, y sus pertenencias puestas en la calle; y las acciones legales que realizó su abogado resultaron infructuosas.
La afectada mostró un documento en el cual su padre Arcadio Gustavino, en el 2004, le cedió en venta "sus derechos sobre la propiedad", además de fijar el precio del terreno en 3 mil balboas, el cual fue legalizado en la Notaría Sexta.
Aun así, su padre y tíos deciden titular y vender a sus espaldas el terreno, indica Maritza, lo que ocasionó el desalojo por parte de la corregiduría de El Coco la mañana de ayer.
Indicó que el desalojo se realizó aun cuando no ha sido resuelto el recurso de Prescripción Adquisitiva de Dominio, presentado por su abogado, y después de haberle hecho a su padre un abono de 2 mil 500 balboas. Además, ella le realizó una serie de mejoras a la casa.
Maritza Gustavino dijo que, actualmente, no tiene un sitio para vivir y menos donde guardar sus pertenencias.
En el Municipio de La Chorrera se informó que el desalojo ya había sido aplazado en tres ocasiones, por distintas razones.
Una vez sacadas todas las pertenencias de la señora Maritza, personal a cargo de la corregiduría de El Coco procedió a clavar las puertas y colocar candados.
Para colmo de males, una intensa lluvia se registró en el momento en que se estaba realizando el lanzamiento, y las pertenencias de la señora se mojaron en el patio.