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Las grabaciones famosas almacenadas en los buzones de los celulares, se mantienen como uno de los grandes escándalos de los últimos tiempos.
El querer manejarlo políticamente no nos permite hacer un uso racional de este tema, bastante grave y lo que nos hace pensar que la nueva tecnología tiene sus ventajas pero también sus desventajas y es que nada puede ser reservado.
Hay varias aristas de este problema, siendo el primero, �cómo se logró entrar en el sistema de las empresas que brindan este servicio? Pareciera que la persona o las personas lograron tener computadoras sofisticadas que penetraron en las redes demostrando la violación que se puede hacer en estos archivos dependientes de claves.
Esta inseguridad que han demostrado estas grabaciones publicitadas en los medios nos demuestra la fragilidad de estos servicios, porque sabemos que las captaciones de llamadas se pueden hacer a través de satélites o de fibras ópticas.
El otro asunto es: con qué interés se hizo este tecnificado trabajo y qué se buscaba con darlo a conocer, creando inestabilidad, y lo más duro para nosotros los panameños, que somos muy dados a decir lo que nos imaginamos.
El escándalo nos ha entretenido y quizás la decepción no es tanto lo que podemos haber escuchado de las negociaciones, si no podernos enterar de la vida privada de los altos funcionarios y de los políticos.
Lo que ocurre en Panamá, realmente no pasa en otro país, porque hay algunas personas que se han sentido demeritadas en su importancia por no haber aparecido sus voces en estas grabaciones. |
