La demora del Comité de Elecciones del Partido Panameñista en divulgar los resultados de los comicios para seleccionar los 1, 356 convencionales que deberán elegir a la nueva cúpula del principal colectivo opositor, está generando toda clase de especulaciones.
Cuando se realiza un ejercicio democrático como es una elección, mientras más rápido se divulguen los resultados, así mismo se envía un mensaje de transparencia. Con las herramientas que nos permite la informática, no hay excusa para tanta demora.
Lo correcto es que los panameñistas hagan sus proclamaciones y revelen los resultados de sus comicios internos para no empañar los esfuerzos que hace el colectivo para modernizarse y profundizar su democracia.
La demora ha provocado que cada uno de los cuatro candidatos a la presidencia del partido haga toda clase de especulaciones en cuanto al número de convencionales con los que cuenta.
En el fondo pareciera que el tema de discusión es determinar si uno de los candidatos logró -en teoría- el 50 por ciento de los convencionales que necesita para alcanzar la presidencia. Si uno de los aspirantes superó esa barrera haría imposible la conformación de una alianza con el resto de los que buscan controlar la dirigencia del colectivo.
Pero aún así nada está definido hasta el 30 de julio cuando se realice la convención. Al final serán los convencionales los que decidan. En política hay un viejo refrán que señala que "no hay sorpresas sino sorprendidos".
Las promesas de apoyo en un momento dado se transforman en traiciones y quien se creía fijo en un momento determinado, queda a veces traumado con una derrota que no se esperaba.