Crítica en Línea
"Tía no me quiero morir", fueron las palabras de Monticello Francis Córdoba, de 34 años, quien todo los días desayuna y almuerza en la Fonda Dorita, en El Marañón, pero en esta oportunidad no pudo terminar de digerir sus alimentos, porque fue baleado por dos jóvenes, que desde la mañana estuvieron rondando el área, informó una fuente.
Córdoba maneja un taxi y al mediodía de ayer, miércoles, lo paró como todos los días frente a la fonda para almorzar.
Francis sostenía una conversación por el teléfono público cuando un sujeto, al parecer menor de edad -que vestía pantalón negro y suéter blanco-, se le acercó por detrás con un arma de fuego sostenida con las dos manos y le disparó cinco veces, sin mediar palabra alguna.
Monticello cayó al piso y clamaba por su vida, en tanto que el pistolero y sus acompañantes, otros sujetos de igual edad, huyeron.
Supuestamente dos de los delincuentes abordaron un bus de la ruta Pedregal y otro se introdujo en un edificio del área.
Se montaron operativos, pero no hubo capturas.
Monticello fue llevado al Hospital Santo Tomás con 5 impactos de bala: en la cadera, hombro izquierdo, rodilla izquierda , abdomen, ingle y un rozón en la cabeza.
Hasta el momento de redactar esta nota, el herido se mantenía en estado de salud estable.