El papa Benedicto XVI puso ayer fin a su visita pastoral de cinco días a Brasil con un discurso ante obispos y cardenales latinoamericanos en el que manifestó su preocupación por los "autoritarismos" que han resurgido en el continente y afirmó que la evangelización de los indios no fue "una imposición".
El Papa expresó ante los 266 cardenales y obispos asistentes a la V Conferencia del Consejo Episcopal Latinoamericano y del Caribe, en la ciudad de Aparecida, a 170 km de Sao Paulo, que "en América Latina (..) se ha evolucionado".
Dijo que esa evolución se ha producido "aunque haya motivos de preocupación ante formas de gobiernos autoritarios o sujetos a ciertas ideologías que se creían superadas (..)".