El gobierno entrante contempla retomar el proyecto de construir sus propios edificios para albergar los Ministerios y entidades, como una fórmula para reactivar el sector de la construcción y ahorrarse el millonario gasto de alquiler.
Lo de la Ciudad Gubernamental es un antiguo proyecto que data desde los años 50 y fue retomada en el 2000 por la Cámara Panameña de la Construcción.
Cada año, el Estado gasta cerca de 30 millones de balboas en el arrendamiento de locales privados. La construcción que el año pasado creció en un 30% está en caída libre producto de la crisis global. Ya no se observan nuevos proyectos y los que se desarrollan ya tenían el financiamiento comprometido antes de desatarse esta especie de quiebra mundial de muchas economías.
Es casi seguro que las nuevas sedes de los Ministerios se construyan en las áreas revertidas o se recurra a rellenos de mar. De seguro que se opte por el sistema de leasing, donde el Estado pagará por algunos años el costo de las nuevas edificaciones con el monto que destina para el pago de arrendamientos y luego las estructuras les serían traspasadas.
Hace nueve años, el costo de construir la Ciudad Gubernamental en las áreas revertidas era de 250 millones de balboas, y es probable que esa cifra se haya duplicado ahora.
La crisis y la necesidad de mantener el crecimiento económico de la nación hacen que se busquen nuevas fórmulas, pero lo determinante debe ser es lograr ahorros en el gasto público y usar preferiblemente los fondos públicos en infraestructuras que beneficien a la colectividad.