CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, no me importa el bienestar de los demás

El asunto no es sencillo. Los panameños, a todos los niveles, no parecen tener conciencia de la importancia que tiene el buen trato, en beneficio de la gente que nos rodea: los profesores maltratan a los estudiantes; las secretarias hacen sentir mal a las personas que acuden a las oficinas; los buseros abusan de los usuarios; los agentes de Policía son unos malcriados con las personas; los médicos dejan esperando a los pacientes; los dependientes en los comercios no ponen cuidado de las necesidades de los consumidores

Y así hay cientos de ejemplos que ilustran cómo los panameños hemos perdido el sentido de la cortesía y las buenas costumbres. Es fácil ser grosero, poco amable, sin ver el daño terrible que nos hacemos nosotros mismos, y le hacemos a la colectividad.

Los extranjeros muchas veces ven en los malos tratos de los panameños una razón para no volver. Ojo con esta situaciónl.

 

 

 

 

 

 

AYER GRAFICO
Dos líderes naturales: el Dr. Arnulfo Arias y el coronel Raúl Arango se saludan


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