Panamá y Chile lograron un acuerdo para indemnizar a los familiares del general de la Policía de Carabineros, José Alejandro Bernales y otros cinco ciudadanos de la nación sudamericana, que fallecieron en el accidente del helicóptero del Servicio Aéreo Nacional con matrícula SAN-100, que el 29 de mayo de 2008 se estrelló en el barrio de Calidonia.
El acuerdo en principio establece un pago total de seis millones 470 mil dólares, que incluye un desembolso directo de dos millones 857, 567 dólares, una satisfacción diplomática a Chile cuantificada en tres millones 192, 433 dólares y el pago de una póliza de seguro por 420 mil dólares. Ya antes se había aprobado una indemnización de 2.5 millones de dólares para los parientes de los cinco panameños que fallecieron en el accidente.
De esa forma parece cerrarse una tragedia que llenó de luto a dos países hermanos y que marcó de tristeza al gobierno saliente.
A la postre el Estado deberá desembolsar casi nueve millones de dólares por la caída del SAN-100. La vida no tiene precio y ni esta ni una suma mayor podrá borrar el dolor de las familias panameñas y chilenos que hace algo más de un año vieron con ese vetusto pájaro de acero del Servicio Aéreo se estrelló contra lo alto de un almacén y estalló en llamas.
Se cierra de esta forma amigable un capítulo de una tragedia binacional, pero lo sucedido marcará por siempre a cada uno de los familiares de los once ocupantes de la nave siniestrada.