Saludos, todavía no puedo despertar de la triste realidad que estamos viviendo todos aquellos que sentimos y vivimos el fútbol en lo más profundo de nuestro corazón, quiero seguir imaginando que son las 6:59 p.m., del domingo 22 de junio y que todavía no han dado el pitazo inicial del encuentro.
Pero en fin, la realidad es otra y perdimos, eso es muy cierto, y si me preguntan por qué, les puedo enumerar muchas razones, pero para mí la que más validez tiene es la venta que han hecho con nuestros sueños los señores Guimar�es y Alvarado..
Uno se comportó como un vil traidor en el segundo tiempo, desnudando a nuestra sele con sus cambios o estrategias todas locas cuando el partido estaba a nuestro favor; el otro solo piensa en su bienestar, y desde el lunes debe tener otra nacionalidad por patrocinar todas las jugarretas realizadas por un técnico pedante y arrogante como el que nos impuso.
Alguien que se considere panameño y dirigente de una Federación no dejaría que una avalancha de fanáticos maltratara físicamente a sus jugadores durante un encuentro, eso en el Rommel Fernández y ahora en el Rod Carew no ha sucedido con ningún equipo contrario, somos una barra pasiva hasta ahora, pero sí dejó que sucediera con nosotros; para qué va a todos los viajes con la selección, no es una excursión, señor Alvarado, usted es quien nos representa ante la FIFA y debió defendernos y pedir que el juego se suspendiera hasta garantizar un partido equilibrado para ambos.
Nuestros corazones están de luto y mis ojos se humedecen con solo recordar lo que sucedió y mis lágrimas al igual que las de los demás, en estos momentos valen más que cualquier cosa; por lo tanto, exigimos su RENUNCIA, igual como lo hizo con Guimar�es destituyéndolo, no se crea ahora Poncio Pilatos, usted también es responsable, la marea roja y todos los que aportan su granito de arena a la selección merecemos respeto; basta ya de tratarnos como un trapo, cuando necesitan sí saben dar la cara, pues ahora nosotros le pedimos que dé la cara y acepte sus equivocaciones, pero no con palabras, sino con su salida.
Es de humano equivocarse, pero es de sabio aceptarlo.
Muchachos, compartimos su dolor e impotencia, pero el 2014 es nuestro si empezamos a hacer los correctivos necesarios desde ya, y no se frustren, viejos son el viento y el mar y cuando rugen lo hacen con mucha fuerza.