La muerte pasea por las angostas calles del distrito de San Miguelito.
Esta vez le tocó a un sargento primero del Servicio Nacional de Fronteras (SENAFRONT), quien se encontraba libre. Fue asesinado de tres impactos de bala por parte por menores de edad.
Dos personas también resultaron heridas.
Todo ocurrió a eso de las 10: 40 de la noche del sábado en las inmediaciones del bar "Juaniqueño", ubicado en El Valle de Urracá.
El hoy occiso, identificado con el nombre de Fredy Molino, de 42 años, recibió tres mortales balazos: dos de ellos en el tórax y uno en el abdomen, siendo llevado en un auto patrulla al Centro de Salud de San Isidro, sin embargo, falleció.
Los heridos fueron identificados como: Clemente Pérez, de 32 años, (rozón en la cabeza); y Rufino Gálvez, de 42 años, (balazo en el abdomen). Ambos fueron llevados al Hospital Integral de San Miguel Arcángel (HISMA).
El suceso se registró luego que dos sujetos penetraron a dicho lugar con el propósito de asaltar, sin embargo, la unidad que se encontraba libre se enfrentó a los delincuentes.
Aparentemente el hoy occiso iba saliendo del sitio y al tratar de frustrar el hecho delictivo, los delincuentes, al ser identificados, le dispararon y lo remataron en el piso.
Tras el hecho, las unidades policiales realizaron un operativo en el área dando con la captura de un menor de edad apodado "Papelín", de 17 años. Se busca a un segundo sujeto también menor apodado "Caro".
Al parecer, el dúo de criminales son el "dolor de cabeza" de la comunidad. Residen en el mismo sector de los hechos.
Molina laboraba desde hacía 10 años como unidad fronteriza, específicamente asignado al Puerto de Obaldía, en la Comarca de Kuna Yala.
Se encontraba libre por un mes, como es asignado a las unidades fronterizas.
Residía a 100 metros del lugar de los hechos. Dejó dos hijas adolescentes, de 13 y 14 años, en orfandad.
Según sus familiares, Molina salió de su residencia a eso de las 6: 00 de la tarde para compartir momentos de diversión con sus vecinos que visitan la parrillada.
Mientras permanecía el cuerpo de Molina dentro de las instalaciones del Centro de Salud, cientos de personas, entre ellos familiares y amigos del hoy occiso, se apersonaron para conocer su estado, pero las lágrimas y tristeza inundaban el lugar tras conocer que el sargento había fallecido.
El caso se encuentra en manos del Ministerio Público para dar continuidad a las investigaciones del hecho el hecho en el que menores cometen crímenes y causan luto a una humilde familia, esta vez del distrito de San Miguelito.
La ola de violencia da miedo. Los maleantes salen a robar, pero llevan sangre en los ojos y se lavan las manos con ella.
Víctimas
Un muerto y tres heridos de balas a manos de mozalbetes que no alcanzan los 18 años.