El ex general Manuel Antonio Noriega acudió ayer a la Corte Suprema de Justicia estadounidense como último recurso legal para evitar su extradición a Francia, después de que una corte de apelaciones ratificó que podía ser enviado a París, donde afronta cargos de lavado de dinero.
Noriega, quien está en una cárcel de Miami, acudió ante el máximo tribunal bajo el argumento de que al ser un prisionero de guerra tienen que regresarlo a Panamá de acuerdo con lo establecido en la Convención de Ginebra.
Un panel de tres jueces desestimó ese alegato en abril pasado al dictaminar que la Convención de Ginebra no incluye elementos que impidan a una de las partes extraditar a un prisionero de guerra a otro país solo porque tenga esa condición.
Francia solicita su extradición tras juzgarle en 1999 y condenarle en ausencia a diez años de prisión por el lavado de unos $3.1 millones.