R�O DE JANEIRO, Brasil. El presidente panameño Martín Torrijos tuvo anoche su mejor jugada en el deporte, cuando se presentó a una cena de la Organización Deportiva Panamericana (ODEPA) para tratar de salvar un partido que la dirigencia deportiva pudo haber perdido.
El mandatario panameño sostuvo una conversación con el titular de la ODEPA, Mario Vázquez Raña, y puso fin a la incógnita de usar o no los emblemas patrios en los Juegos Panamericanos. "Claro que sí", dijo Torrijos a su llegada a la reunión de los líderes deportivos de América, refiréndose al uso de los símbolos patrios en el desfile inaugural de la cita deportiva.
Hoy a eso de las 9:00 a.m., el presidente panameño entregará el emblema patrio a los deportistas que representarán al país en los Juegos Panamericanos, y recibirá en nombre de los atletas 'El Canguro' Irving Saladino.
El legendario dirigente español Juan Antonio Samaranch, ex presidente del Comité Olímpico Internacional (COI) y el brasileño Joao Havelange, ex presidente de la FIFA, dieron la bienvenida a Torrijos.
La ODEPA había girado una sanción a Panamá, tras identificar un problema de identidad, donde dos grupos se peleaban la autenticidad y legitimidad de sus grupos como Comité Olímpico panameño.
La presencia de Torrijos sustenta el interés de una nación de escuchar el himno nacional cuando Irving Saladino, el orgullo de Colón, aspire a la medalla de oro en la jornada del 23 de julio, en la modalidad de salto de longitud.
Panamá ha ganado sólo dos medalla de oro en los Juegos Panamericanos, y Saladino es la ilusión panameña en esta cita y en los Juegos Olímpicos.