Más de un millón de personas tuvieron que dejar sus hogares a causa de la crecida de las aguas del río Huai, en la provincia de Anhui (este), mientras que a lo largo del Yangtsé, la provincia central de Hubei se preparaba para luchar contra las inundaciones, informaron fuentes oficiales.
Además, se informó que 600 personas han perdido la vida en China, por culpa de las inundaciones. En el distrito de Zigui, en el oeste de Hubei, un deslizamiento de tierra a lo largo del río Qinggan, un afluente del Yangtsé, causó cinco muertos y 19 desaparecidos.
El deslizamiento de tierras provocó el naufragio de barcos y la desaparición de diez de sus ocupantes, arrastrados por las aguas.
La crecida de las aguas del Huai se desplazaba hacia el oriente, en dirección de la provincia de Jiangsu (este), donde 300.000 personas fueron evacuadas, mientras que el número de desplazados en el Anhui supera el millón, indicó un responsable de la Cruz Roja internacional.
En total, 2,6 millones de personas fueron movilizadas para vigilar y reforzar los diques a lo largo del río Huai, según Cheng Dianlong, portavoz de la Oficina nacional de lucha contra las inundaciones.
Según el diario China Daily, más de 9.000 médicos y enfermeras fueron enviados a Anhui para evitar la propagación de enfermedades infecciosas.
Algunos responsables chinos indicaron que aunque el río Huai es muy caprichoso, la magnitud de las inundaciones es por falta de prevención de las autoridades.
La más importante crecida en los próximos días es esperada a lo largo de la parte media del Yangtsé. |