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El ex Presidente Guillermo Endara-apodado "Pichulo"-no quiere que involucren a su señora-conocida como "Pichula"-en los altercados de la política criolla (Crítica Libre, 11 de julio). Para lograr tan razonable objetivo, la señora de Endara debe continuar al margen de la política y seguir dirigiendo sus energías al cuidado de su ya famosa colección de aves domesticadas.
Para ayudar a su marido, la consorte del ex Presidente debe adoptar la costumbre de Martincito, el candidato de la mudez, de permanecer silente. "La M de Martín es M de mudo", ha sentenciado Miguel Antonio Bernal (Crítica Libre, 12 de julio).
Martincito habla poco y en las raras ocasiones en que abre la boca, sólo emanan de ella comentarios de poca entidad y trascendencia. Esquiva los debates y las presentaciones públicas, a pesar de que el pueblo quisiera oírlo hablar sobre las privatizaciones, los desaparecidos y el CEMIS (pues las explicaciones baladíes de Laurentino Cortizo y sus referencias al Club "La Llave" no han logrado apaciguar la curiosidad de la ciudadanía por el sonado caso de los sobornos legislativos).
El silencio deliberado y persistente no es la estrategia que más beneficia a un candidato interesado en obtener el triunfo electoral. Sí es conveniente, en cambio, cuando lo pone en práctica quien-estando muy próximo a un candidato-tiene capacidad para ahuyentar votos y enajenar simpatizantes. �A quien le caiga el guante que se lo plante! |
