EDITORIAL
Poca elegancia
Desafortunadas han sido las declaraciones un tanto despectivas del ciudadano Presidente de la Rep�blica al calificar de ignorante en materia financiera a sus adversarios pol�ticos, todo ello motivado por los cuestionamientos sobre el destino del fondo fiduciario y su dep�sito en la banca extranjera. De mal gusto han sido estas expresiones, porque revelan la poca elegancia de un mandatario que en su ocaso pol�tico proyecta una imagen que se percibe como de soberbia y arrogancia, manteniendo el monopolio de la sapiencia en temas financieros. Lamentable es que el jefe del Ejecutivo, ahora en las postrimer�as de su mandato, est� recurriendo a expresiones inadecuadas que no le hacen ning�n bien. El Presidente, en medio de su arrogancia, le ha puesto la proa a la disidencia de sus aliados y en especial, al Partido Solidaridad y al Liberal Nacional porque a su juicio no han sido solidarios con la aprobaci�n de la Sala Quinta de la Corte Suprema de Justicia. La misma suerte le acompa�a a los legisladores Oyd�n Ortega Dur�n y Enrique Riley Puga. Ya renunci� el viceministro de Educaci�n, H�ctor Pe�alba y el lunes lo har� el titular de Comercio, Ra�l Hern�ndez. La Sala Quinta, que no se discuti� con profundidad y fue aprobada a tambor batiente, todav�a ser� causa de m�s conflicto desde el momento en que se pueden dar dificultades presupuestarias para el nombramiento de tres magistrados con 10,000 balboas de sueldo, mientras que en los hospitales no hay recursos para medicamentos y en el de David s�lo hay cama para 20 infantes y est� saturado con treinta y siete ni�os. Antes de promocionar los logros de su gobierno, P�rez Balladares debe reflexionar si ese mismo criterio lo comparten los productores agropecuarios, los controladores a�reos, los educadores y los obreros, que a juicio de la dirigente Julia Suira, ha sido fatal para el movimiento laboral. El art�culo segundo de la Constituci�n indica que el poder emana del pueblo y eso debe tenerlo presente el mandatario cuya tozudez por la Sala Quinta, ha motivado el rechazo popular.
PUNTO CRITICO |
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