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Traslado del féretro de David Kelly a su última morada.  |
Un experto británico en armas iraquíes, cuyo aparente suicidio dejó al primer ministro Tony Blair en la peor crisis de sus seis años de gobierno, fue sepultado el miércoles en una iglesia cerca del lugar de la campiña inglesa donde fue hallado su cuerpo.
Mientras familiares y amigos asistían al funeral en la iglesia de St. Mary, a pocos kilómetros de la casa de David Kelly, la disputa en torno a la muerte que sacudió los medios de prensa y la política británica no daba señales de amainar.
El científico fue la fuente anónima para un reporte de la BBC, que decía que Londres exageró la capacidad bélica del gobierno de Saddam Hussein.
El ex inspector de armas de la ONU y científico del gobierno fue hallado muerto el 18 de julio tras verse involucrado en una viciosa disputa política en torno a los argumentos de Blair para ir a la guerra en Irak.
Kelly, de 59 años, había resistido crecientes presiones desde que su declaración "off the record" a la BBC condujo a un reporte diciendo que el gobierno exageradamente había dicho que Hussein podrían emplazar armas de exterminio en 45 minutos.
En la medida en que el reporte dominó el debate sobre si Blair había engañado a los británicos, aumentó la presión para revelar el nombre de la fuente de la BBC.
Kelly se vio obligado a comparecer ante el parlamento en dos ocasiones y fue sometido a un agresivo interrogatorio. Una investigación obre su muerte comienza el lunes.
El caso Kelly ha sido un desastre para Blair, provocando un desplome en los índices de confianza en su liderazgo, reavivando la reputación de su gobierno de manipular la opinión pública y manteniendo la atención sobre el fracaso en hallar armas de exterminio en Irak. |
