La cúpula del Partido Revolucionario Democrático (PRD) rechazó asistir a un desayuno programado para hoy en la Presidencia de la República y condicionó su futura participación a la derogatoria de las leyes 30 (9 en 1), la 14 (Carcelazo), y cese a la persecución y que se designe un Procurador General de la Nación independiente.
A juicio de los perredistas, sería imposible realizar un diálogo serio y constructivo sin segundas intenciones, sin burlas y sin engaños, si no se cumplen las condiciones expuestas.
La dirigencia del PRD alega, además, que un encuentro entre partidos políticos y Gobierno no puede ser tratado ni manejado como una conversación privada carente de solemnidad y jerarquía.
Los opositores advirtieron también, que no aceptan que se les inscriba en un escenario mediático, porque una foto no resuelve el carácter de esta crisis que tiene que ver con la necesidad de dejar de mandar y comenzar a gobernar. Utilizar el diálogo como recurso para remontar el daño que su imagen y su Gobierno reflejan en las encuestas, es poco serio.
El PRD le advierte al mandatario Ricardo Martinelli que si desea mandar, lo tendrá que hacer cada vez más solo y tendrá que cargar con las pesadas responsabilidades que ello implica, pero si desea comenzar a gobernar, el colectivo opositor está en la disposición de contribuir, sin perder ni renunciar a la identidad de su propio proyecto de poder democrático y revolucionario.
En tanto, la Presidencia aclaró que para darle un carácter de temas de Estado, se decidió invitar a los partidos de oposición y de gobierno a una conversación franca y directa sobre los problemas que afectan al pueblo sin establecer previamente agendas y sin precondiciones.
GOBIERNO RESPONDE
En un comunicado, el gobierno lamentó que la dirigencia del PRD, anteponga sus intereses personales y políticos a los del país.
La Presidencia dijo que esperaba una reflexión del colectivo frente a una posición de injustificable intransigencia.
El gobierno reiteró la invitación, para que asistan a la reunión convocada y en caso de mantener su decisión, las puertas estarán abiertas, siempre que se trate de poner por delante los intereses del pueblo panameño.