La ola delictiva sigue causando perjuicios a la comunidad. Esta vez fue la causante que los buseros de la ruta de Pedregal suspendieran el servicio perjudicando a cientos de usuarios.
El hecho delictivo ocurrió el fin de semana anterior cuando dos delincuentes hirieron con arma de fuego al conductor de la ruta de Corredor, Roberto Sibergh Arcía, y desde entonces los transportistas se negaron a prestar el servicio a altas horas de la noche y muy temprano en la mañana.
La suspensión provocó una ola de protesta de los usuarios que cerraron las calles del lugar para exigir la reanudación del servicio.
Los conductores, como el resto de la ciudadanía, exigen a las autoridades que mejore la seguridad en esa área considerada una de las más peligrosas de la ciudad capital.