Plan Colombia �qu� hacer en Dari�n?
Redacci�n
Cr�tica en L�nea
La reciente visita del presidente estadounidense Bill Clinton a Colombia fue un significativo espaldarazo al Plan Colombia, pocas veces visto en la ejecuci�n de planes de inter�s para Estados Unidos en Am�rica Latina y el Caribe. Entre los prop�sitos perseguidos por este Plan militar, figura, la erradicaci�n y sustituci�n de los denominados cultivos ilegales, es decir, las plantaciones de coca y de amapola de las cuales se derivan diversos tipos de estupefacientes. Pero para todo aquel que tenga alguna idea de la producci�n agr�cola sabe que resulta sumamente dif�cil sustituir estos cultivos il�citos, debido a su alta rentabilidad, por otros tradicionales y legales como lo son el pl�tano, �ame, otoe, arroz y ma�z. Pero la pregunta que realmente gravita tiene que ver con las implicaciones que tendr� el Plan Colombia en el territorio de la Rep�blica de Panam� y qu� debemos hacer los paname�os. Hablar del territorio paname�o equivale, en este caso, a hablar m�s que todo de la regi�n del Dari�n con sus 16,671 kil�metros cuadrados. Panam� no debe involucrarse en el problema colombiano. Debe velar, eso s�, porque se respete su territorio y recurrir a la v�a diplom�tica para defender sus intereses. Se debe, igualmente, atender la defensa y custodia de nuestras fronteras por fuerzas especializadas. Mientras la vor�gine colombiana se aproxima a nuestro pa�s le corresponde como m�nimo, acelerar en�rgicamente la ejecuci�n de todos los programas y proyectos que actualmente est�n en funcionamiento y que en conjunto vienen a representar, en inversiones, mucho m�s de cien millones de balboas en los pr�ximos tres a�os. Es l�gico pensar que esta inversi�n no resolver� los problemas del Dari�n, pero bien puede contribuir grandemente a que se formulen pr�ximamente otros que respondan, en mejor forma, a la actual situaci�n planteada en el Dari�n. Lastimosamente las ejecuciones de estos proyectos darienitas, en la actualidad, vienen dando tumbos. No se sabe a ciencia cierta, por ejemplo, cuando contaremos con la Carretera Panamericana asfaltada hasta Yaviza. As�, nuestro flamante Gobierno ha desperdiciado su primer a�o y no demuestra estar preparado para lo que se avecina. Por otra parte, lo que resulta indispensable para la soluci�n de los problemas del Dari�n es la definici�n de una estrategia regional. Igualmente resulta imperioso, como ya se ha se�alado, agilizar la ejecuci�n de los programas y proyectos as� como lograr una efectiva participaci�n de las comunidades lleg�ndose a una verdadera concentraci�n. La realidad darienita no soporta, en la ejecuci�n de los programas y proyectos de desarrollo humano, que se imponga el peso de la espesa telara�a que conforman la tecnocracia de algunos organismos internacionales, que inciden en el �rea de la administraci�n de proyectos, y a la burocracia nacional. Ambas resultan, en la actualidad, frustrantes para ejecutar en el Dari�n. La estrategia que se determine debe contemplar, en los referente al aspecto de salud e infraestructura, la construcci�n de la potabilizadora en el r�o Chucunaque que suministre agua potable tanto a comunidades de los r�os como a las del sector de la Carretera Panamericana. As� como, la construcci�n de un puente sobre el r�o Tuira, frente a Chepigana, que incorpore parte de la margen izquierda de este caudaloso r�o. Durante esta estaci�n del v�a crucis del Dari�n Paname�o (ya que existe el Colombiano) no s�lo el Gobierno Nacional debe ponerse las pilas sino tambi�n la Sociedad Civil y todos los dem�s sectores que conforman la sociedad paname�a. Est� en juego el veintid�s por ciento del territorio de la Rep�blica de Panam�. Y el problema debe ser encarado, fundamentalmente, por nosotros los paname�os.
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