La nave SpaceShipOne aterrizó con éxito en el aeropuerto californiano de Mojave, en el sur de California, tras haber ascendido unos 100 kilómetros hasta los confines de la atmósfera, con lo que consiguió el premio Ansari X.
A diferencia de la misión del pasado miércoles, cuando la nave giró sobre sí misma en una espeluznante e imprevista maniobra antes de recobrar la estabilidad, la futurista nave SpaceShipOne se elevó en lo que pareció a simple vista una impecable recta.
Lo hizo ante la mirada atenta de los miles de amantes de la aviación y la exploración espacial que acudieron al desierto de Mojave (California), a contemplar en persona una misión que se considera histórica, porque se prevé que abra las puertas de la carrera espacial a la empresa privada.
Tras confirmarse que la SpaceShipOne alcanzó la altura precisa, el equipo a cargo de la misión se proclamó ganador del premio Ansari X, instituido para promover la exploración espacial entre el sector privado.
El codiciado galardón concede 10 millones de dólares -la mitad de lo que costó este proyecto- a la primera nave privada con capacidad para tres personas o el peso equivalente, y que pueda alcanzar el límite del espacio exterior y repetir la hazaña en catorce días.
Entre los asistentes se encontraba Richard Branson, el dueño de la aerolínea Virgin, quien anunció que su compañía ha firmado un contrato para asegurarse vuelos comerciales al espacio.