Rigoberto Pérez, de 22 años, un joven indígena que trabajaba como ayudante general en una empresa dedicaba a repartir pollo, y quien en sus tiempos libres lavaba autos en Veranillo, salió de este mundo por la puerta falsa.
Según los informes preliminares de la PTJ, el hecho ocurrió en Samaria, Sector 2, ayer.
La esposa de Rigoberto encontró el cuerpo colgado de un palo de mango.
Las investigaciones indican que Rigoberto -en compañía de un primo y varios de sus amigos- se la pasó, por casi tres días consecutivos, tomando licor.
EL PRESTAMO DE LA MUERTE
Ayer, aproximadamente a las 3:00 de la madrugada y en medio de una borrachera, pidió a uno de sus amigos B/.5.00 para presuntamente seguir tomando, pero temprano en la mañana, fue a la tienda del chinito y compró una cuerda para colgar ropa, la cual utilizaría minutos para acabar con su existencia.
Amarró la cuerda en el palo sembrado en el patio de su casa. Según los informes de la Policía y la PTJ Rigoberto presuntamente subió a una rama, puso la cuerda en su cuello, y se dejó caer.
SEGURO DE MUERTE
Lo que en su momento ocasionó sospechas, es que Rigoberto estaba maniatado con cinta adhesiva. No obstante, los investigadores sospechan que la víctima se amarró.
Las primeras investigaciones indican que el amarre estaba flojo, como si la víctima lo hubiera hecho, tratando de evitar que sus manos, ante la desesperación de verse cara a cara con la muerte, lo desataran de la cuerda que rodeaba su cuello.
Se sospecha que Rigoberto se amaró para no malograr su intención de quitarse la vida.
ESTADISTICAS: USAN DIVERSOS METODOS
Las estadísticas de la PTJ señalan que 28 personas se han ahorcado; 4 se han envenenado; 3 se han lanzado de un lugar alto; y 8 se han suicidado con arma de fuego. |