A pesar de sus años de carrera musical, Gloria Estefan no se cansa. La cantante cubana venía de una presentación en la Casa Blanca y aún así dio un concierto de altura, logró despedirse como toda una diosa. Fue una fiesta incomparable, donde se bailó y cantó al ritmo de sus conocidos éxitos.
Desde tempranas horas de la noche, los fanáticos fueron llegando, pero minutos antes de que se iniciara el concierto, a las 9:00 p.m., el Figali Convention Center ya estaba repleto.
Como en sus "shows" anteriores, la esposa de Emilio Estefan apareció con un vestido rojo de conguera, moviendo su cuerpo al son de la salsa.
Mientras, el público con banderitas de Panamá y Cuba la apoyaban, ella en respuesta dijo: "�Qué rico es estar aquí!". En- seguida interpretó el tema "Estrellitas de colores", una canción que las personas gozaron mucho, y qué decir cuando cantó "Con los años qué me queda", este tema fue el inicio del espectáculo.
En todo momento, Gloria fue muy agradecida, es más, hasta recordó su última presentación en Panamá: "Los extrañaba mucho, estuve hace poco por aquí, para la construcción de una escuela".
El concierto de Gloria se convirtió en un recorrido por todos sus años musicales, cada éxito era el recuerdo de las grandes épocas que vivió junto a su orquesta "Miami Sound Machine", de la que forma parte el panameño Marco Linares.
Como era de esperarse en su último tour, ya que no volverá a los escenarios, la cubana interpretó temas como: "Oye mi canto", "Cuba libre", "Abriendo Puertas", "No será fácil", "No me dejes de querer", "Mi tierra", "Santo", "Let's Get Loud", entre otros. Una de las sorpresas de la noche fue el dúo de Gloria con los hermanos Gaitán en el tema "No llores", pero al final del espectáculo, nuevamente aparecieron interpretando "Panameña vida mía". Y lo que todos esperaban, realmente impactó a muchos, y esa fue la participación de la hija de los Estefan, Emily, quien tocó la guitarra y la batería, aunque es un poco tímida, tiene mucho talento.