Panamá celebra su cumpleaños. Ya son 104 años de la gesta separatista del 3 de noviembre de 1903, cuando los panameños decidieron forjar su propio destino en el sitial de las naciones.
Este año los abanderados serán María Sentmat, ganadora de cuatro medallas de oro y una de plata en las Olimpiadas Especiales de Shanghai; el radiodifusor Rodrigo Correa y el atleta Irving Saladino. La fecha de hoy sirve para recordar los esfuerzos de los próceres decididos a materializar las aspiraciones panameñas de lograr una patria propia y cancelar la unión por 82 años con Colombia.
El momento sirve para recordar los aportes de esos próceres y también sirve de clarinada para que los políticos entiendan que no debe prosperar en el suelo istmeño el germen de la corrupción y el juega vivo, que socava tanto a la esfera gubernamental como particular.
En la jornada de rendirle honor a la Patria no cabe la política, porque hoy la juventud y los adultos salen a las calles a rendirle tributo a la nación con el redoble de tambores, la sonoridad del clarín, las dianas y los rítmicos desfiles, que serán las expresiones del sentimiento patriótico, que debemos cultivar para resaltar la panameñidad.
Al mismo tiempo no hay que olvidar a esos panameños que hoy viven en la pobreza y que reclaman una mejor distribución de la riqueza que hoy es palpable en una nación, que cerrará el año con un crecimiento económico notable, pero que no llega a todos los sectores de la sociedad.
Hoy hay que rendirle tributo a la Patria. Si se produce alguna protesta que sea con el debido respeto, para no manchar un momento en que todos debemos estar unidos para rendirle el mejor homenaje a la tierra que nos vio nacer.